Frank de Boer deja atrás a Hiddink, Capello y Guardiola

por ALBERTO EGEA el 27 abril, 2014 • 14:39

Por primera vez en su historia el Ajax conquista cuatro ligas consecutivas, un hito que ha abanderado su técnico, Frank de Boer, desde que en diciembre de 2010 cogiera las riendas del club de Ámsterdam sustituyendo a Martin Jol, que dimitía de su cargo dejando al equipo cuarto en la Eredivisie a cinco puntos del líder, el PSV Eindhoven.

De Boer tomaba el mando de un conjunto en el que futbolistas de la talla de Stekelenburg, Van der Wiel, Alderweireld, Vertonghen, Eriksen o Luis Suárez irían saliendo hacia las ligas más prestigiosas de Europa a lo largo de estos más de tres años. Llevando a cabo una gestión formidable, el técnico holandés fue renovando la plantilla año a año –fichando sin dispendios y nutriendo el plantel constantemente con futbolistas del filial– sin que se resintiera el rendimiento del equipo y sin dejar de abastecer de títulos al museo del club.

REINVENTAR EL EQUIPO SIN LA FIGURA DE LUIS SUÁREZ

Siete semanas después de la llegada de De Boer, el Ajax vendía al Liverpool a Luis Suárez por 26 millones de euros, y al técnico holandés se le presentaba un nuevo reto de altura: superar la absoluta dependencia del uruguayo que acusaba el equipo para comenzar a armar un bloque sólido que mantuviera las aspiraciones que tenía con él. El Ajax de Martin Jol había ejercido de apisonadora en ambas áreas la temporada anterior, en la que pese a tener que conformarse con el subcampeonato había sido el equipo más goleador –106 goles en una liga de 18 equipos es una auténtica burrada– y el menos goleado –tan solo encajó 20–. La salida en verano del veterano delantero serbio Mirko Pantelic –16 goles en aquella Eredivisie– y la de Luis Suárez en invierno –35 goles en 33 partidos– debilitaba profundamente el arsenal ofensivo del equipo, por lo que la responsabilidad goleadora debería de repartirse solidariamente. De Boer ejerció de revulsivo desde el primer momento, el Ajax reaccionó y en un tramo final magnífico –ocho victorias en las últimas nueve jornadas–acabó conquistando el título siete años después de hacerlo de la mano de Ronald Koeman.

El Ajax ya no abandonaría la senda del triunfo. Como en su primera temporada, los de De Boer cimentaron la conquista de sus dos siguientes ligas en los tres últimos meses de competición (marzo, abril y mayo), donde a lo largo de estas tres temporadas exhibieron unos números aplastantes: 28 victorias, 1 empate y 1 derrota en 30 partidos disputados. Sin un nueve resolutivo en la plantilla, los goles pasaron a ser una misión de todo el colectivo (los máximos goleadores del equipo en las tres primeras temporadas de De Boer fueron El Hamdaoui con 13 tantos, Seim De Jong con 13 y de nuevo De Jong con 12, respectivamente), algo impensable en tiempos de Luis Suárez. La dinámica no ha cambiado en la presente campaña, y el número de goles de los Sigthorsson, Klaasen, De Jong o Schöne se moverá en unas cifras similares.

NI HIDDINK, NI CAPELLO NI GUARDIOLA

Frank de Boer iguala así las cuatro ligas con el Ajax que conquistara el mítico Rinus Michels y solo tiene por delante las ocho de Jack Reynolds, técnico que a lo largo de sus veinticuatro años en el club ajacied –divididos en tres etapas distintas entre 1915 y 1947– sentaría las bases del fútbol total que Michels perfeccionaría en la década de los setenta.

Sin embargo, el matiz de haber alzado estas cuatro ligas consecutivamente desde la temporada de su debut, el hecho de que haya ganado las cuatro primeras ligas en las que dirigió como técnico en la élite, hace de esta proeza de Frank de Boer un hecho sin precedentes en los treinta últimos años en las diez grandes ligas del fútbol europeo. Hasta la presente temporada, De Boer compartía el récord con Guus Hiddink, Fabio Capello y Pep Guardiola, tres mitos de los banquillos que habían dejado en tres su récord de ligas seguidas desde que tomaran la alternativa, un selecto club al que puede unirse en breve el técnico bianconero Antonio Conte si la Juventus termina por finiquitar un Scudetto que tiene al alcance de la mano. Fuera de las diez grandes ligas, es obligado mencionar a Walter Smith, que desde su debut en el banquillo del Rangers FC en 1990 encadenó siete ligas escocesas consecutivas.

Tras dirigir durante tres temporadas al modesto De Graafschap en la segunda división holandesa, Guus Hiddink relevó a Hans Kraay en el banquillo del PSV Eindhoven en marzo de 1987, a tres puntos del Ajax dirigido por Johan Cruyff y con diez partidos por disputar. Los de Ámsterdam se hundieron y el PSV –vigente campeón– resurgió con Hiddink y acabó ganando la Eredivisie con seis puntos de ventaja sobre el Ajax. El PSV, primero con Jan Reker y luego con Hiddink, se convertiría en la bestia negra de Cruyff, que en sus tres años como técnico del Ajax, y a pesar de forjar la base del equipo que explotaría en los años noventa con Van Gaal, no pudo conquistar la liga. El PSV firmaría un triplete histórico la temporada siguiente, llevando a las vitrinas de su museo liga, copa y una histórica Copa de Europa tras vencer por penaltis al Benfica. La temporada 1988/89 sería la penúltima de Hiddink en el club de Eindhoven, y con un equipo con jugadores de la talla de Eric Gerets, Ronald Koeman o Romario culminaría su trébol de ligas particular. En la campaña siguiente, el Ajax de Leo Beenhakker conseguiría al fin imponerse en la Eredivisie poniendo fin a la racha de Hiddink, que emigraba a Turquía para dirigir al Fenerbahçe.

En 1991, Fabio Capello recogía en Milan la tremenda herencia que había dejado Arrigo Sacchi, que había abandonado el club rossonero para dirigir la selección italiana. A pesar de que Sacchi había declarado que ya había sacado todo su jugo a una generación que había ejercido de apisonadora en Europa durante la segunda mitad de la década de los ochenta, Capello reinventó el equipo para volver a hacer de él el bloque más temido de Europa. Con tres Scudettos y una Champions en sus tres primeros años calcaba el palmarés de Hiddink, y como el técnico holandés no podría enlazar una cuarta liga, que fue a parar a manos de la Juventus de Marcello Lippi.

El tercero en hacerse con tres ligas en sus tres primeras temporadas en la élite fue Pep Guardiola, que todavía fue más allá que sus predecesores, conquistando en este tiempo dos Champions que adornan un palmarés bestial. Quizá sea esto lo que queda en el debe del Ajax de De Boer, no ya el título en sí, sino una gran actuación en Europa. Seguro que a sus 43 años le quedan muchas noches de Champions para saldar esta deuda.

* Alberto Egea.

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