"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Muchas veces se observa a un jugador de rugby ya formado y se opina sobre él y su juego, pero pocas veces se piensa en su formación y en cómo transcurrió dentro de una estructura planificada, estudiada y superadora en cada club a través de los años.
Luego de acordar una línea de juego y pedagógica cada club ordena su estructura de formación con los principales responsables (entrenadores) y los protagonistas (jugadores).
Para avanzar, cada club debe tener una estructura ordenada de formación con rugby infantil y rugby juvenil. Si bien los ejes son varios y variados, detallaremos algunos importantes.
Se presentan objetivos generales y objetivos específicos. En ella se incluyen etapas de preparación previa de base y preparación específica de base.
El objetivo es estimular al jugador de rugby, tanto desde sus capacidades condicionales y coordinativas como desde la técnica individual, sin olvidar el aspecto socio-afectivo, con el objetivo de que llegue a integrar el plantel superior de su club y se mantenga el mayor tiempo posible, y sin lesiones, en esa etapa. No hay que olvidar esta premisa.
Estos son algunos rasgos y pautas generales de cada una de las etapas antes mencionadas:
Con este programa de trabajo se buscará el óptimo desarrollo técnico y físico del jugador de rugby, basándonos en un entrenamiento racional y sistemático orientado a buscar la eficacia de las técnicas que se emplean en el entrenamiento deportivo a través del tiempo. Todo esto se basará en ejercicios de coordinación muscular, reacción, agilidad, contracción y relajación junto a los importantes objetivos técnicos.
Algunos contenidos iniciales técnicos propuestos:
Se deben incorporan necesariamente las siguientes habilidades motoras básicas en el programa de desarrollo de los jugadores de rugby:
Y desarrollar las siguientes destrezas:
Es importante el modo en que cada club y cada división ordena con criterio progresivo la enseñanza, el entrenamiento y la mejora de las habilidades básicas y destrezas individuales y de conjunto.
El respeto de los tiempos individuales y grupales será clave en el avance del programa dentro de la estructura. También la comunicación entre los grupos de entrenadores anteriores y posteriores de cada división.
Determinar índices concretos para observar el avance en calidad y cantidad también es un punto crítico en la mejora de toda estructura de formación de jugadores de rugby.
* Juan Casajús es profesor de rugby.
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