Perarnau Magazine
"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Fútbol / Crónicas 2013-2014 / Inglaterra
El derbi de Rosicky
Luego de arrancar 2014 con victoria, Arsenal y Tottenham se enfrentaron por FA Cup en el Emirates Stadium. Derbi del norte de Londres, el más pasional de la ciudad, y los gunners dejaron otra actuación coral. Esta vez, al ritmo de un Tomas Rosicky espectacular. Los Spurs fueron superados por los de Wenger, hoy sin Ramsey ni Giroud.
Se intuía rotación en ambos onces iniciales, y así fue. Los locales salieron con Fabianski en la portería; Sagna, Vermaelen, Koscielny y Monreal en defensa; Arteta y Wilshere en el círculo central; Gnabry, Rosicky y Cazorla en la mediapunta; y Walcott como delantero. Los de Tim Sherwood salieron con su 4-4-2: Lloris bajo los tres palos; Walker y Rose como laterales y Chiriches y Dawson en el eje de la zaga; Lennon, Dembele, Bentaleb y Eriksen en la siguiente línea; y arriba, el matiz del técnico inglés respecto a Villas-Boas desde que asumió el cargo: Adebayor y Soldado.
Las alineaciones anunciaban lo que sería de inicio el partido. Dos puntas en el Tottenham para complicar la salida limpia del Arsenal, presión media y tránsito rápido hacia el pórtico gunner. Los centrocampistas del Arsenal, que transforman su 4-2-3-1 en un 4-1-4-1 siempre que no juegan juntos Flamini y Arteta, buscarían jugar entre líneas rivales y generar desde ahí las ventajas.
Y así comenzó el choque. Mucho ritmo de entrada. El Arsenal intentando moverlo todo: el balón, sus jugadores y los oponentes. Los de casa no podían salir por dentro, pues Adebayor y Soldado presionaban y forzaban al error. Ahí los rojos enviaban el balón a la banda o alguno de los centrales jugaba en largo. La salida lavolpiana no es un recurso que utilicen los de Wenger. Arteta no se incrusta a menudo entre los centrales para mejorar la salida. Cuando el vasco no puede jugar de cara y la presión enemiga lo supera, el Arsenal sale con Sagna y Arteta o alguno de los mediapuntas que baje a recibir la toma del francés y juega mirando hacia la portería rival.
El caso es que el plan del Tottenham le mantenía dentro del partido, aunque el Arsenal también gozara de ocasiones. Sus ataques eran en situación de mano a mano entre atacantes y defensas. Un ida y vuelta beneficiaba más a los blancos que un repliegue bajo que lastrara en demasía su transición ofensiva. Mención para Koscielny, que cortó muchos ataques rivales.
Una vez que el Arsenal superaba la presión, Wilshere y Rosicky se imponían por dentro y Cazorla se incorporaba desde la izquierda. Fueron indetectables durante muchos tramos del encuentro. Así, en un momento en el que el Tottenham presionaba, se separaron demasiado sus dos líneas y robaron y salieron veloces los cañoneros. Quedaron mano a mano en ese momento los defensas del Tottenham con los atacantes del Arsenal. Walcott arrastró defensas con una diagonal y Gnabry –partido notable el suyo– condujo e hizo la pausa perfecta para luego cederle un pase de manual entre dos hombres a Cazorla, que definió fuerte. 1-0. La movilidad de Walcott fue un quebradero de cabeza para la zaga visitante. Rápido y agresivo, el extremo inglés aporta mucho al ataque gunner.
El segundo tiempo bajó en intensidad. El Arsenal decidió esperar un poco. Lo hacía en 4-5-1. Rosicky, Arteta y Wilshere por dentro, Gnabry en la derecha y Cazorla en la izquierda. Robaba y salía asociándose. Rosicky atraía y soltaba. Medía de manera perfecta los tiempos. El Tottenham no podía generar acciones claras de peligro. Adebayor estuvo muy poco acertado cuando debió ejecutar y Soldado sigue peleado con el gol. Dembele empujaba como podía.
Los visitantes decidieron situar su línea defensiva en el centro del campo. Corría el minuto sesenta cuando Rose intentaba salir por bajo, Rosicky le robó la cartera y enfiló raudo y sin oposición hacia el gol. La definición fue sutil y elegante. Primer gol para el checo esta temporada. Pura clase gunner y sentencia para el derbi del norte de Londres.
Lo que quedó fue un Tottenham volcado a por el empate y un Arsenal que no pasó demasiados apuros. Entró Özil y se sintió poco. Para el recuerdo, el gesto de Walcott lesionado y en camilla a la hinchada de los Spurs, tras un clásico vibrante que se llevaron los rojos. El líder de la Premier League busca poco a poco recuperar sensaciones, y este choque definitivamente funcionó para ello.
* Sebastián Duque es periodista.
– Foto: AFP
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