"Hay que recordar que quienes escriben para los imbéciles siempre tienen un numeroso público de lectores". Arthur Schopenhauer
Por suerte para el Atleti, es complicado ponerle un ‘debe’ más allá del paso atrás tras el 1-0. Por otra parte, paso atrás esperado entendiendo el rival y el escenario.
Pensábamos muchos que el Atlético ahogaría a Iturraspe o Ander en medio campo. Esperaría y mordería para lanzar, pero salió lanzado. Simeone quiso el partido desde el inicio y el Atleti superó en hambre al Athletic. Falcao niega la salida de Javi Martínez, principal apoyo para la salida limpia. Mientras, Adrián-Diego impiden comodidad para Amorebieta, dejándole lanzar balones largos. Esto provoca balón frontal a la defensa y acumulación de jugadores atléticos. Recuperación y salida. El Athletic no encuentra a Iturraspe para salir con más de un toque, no puede girar para contactar con los generadores punzantes. Es Muniain el obligado a venir a medio campo para cargar banda. El Atlético defiende de manera animal ese sector con un inmenso trío Juanfran, Adrián y Gabi. No hay opción para crear. Athletic asfixiado, desconectado, superado por escenario y rival.
Gabi y Mario. Hablábamos en la previa de los problemas que tiene el Atleti para el fútbol de posición sin Tiago y con la salida de dudosa calidad de Miranda-Godín. Simeone lo sabe e impide que esto ocurra. Renunciamos a posesión. Intensidad desde Falcao a Courtois. Morder, recuperar y galopar. En esa efervescencia presionante se agigantan dos tipos cuestionados: Gabi y Mario. Doble pivote escalonado, contendientes. Se multiplican, cierran carril central y llegan a pasillos interiores. De Marcos tiene que cambiar de banda, Muniain lo intenta pero no llega y Herrera desaparece. El equilibrio es total. Presión coral sustentada en el doble pivote. No hay fisuras. Muro.
Niega cualquier decisión táctica a la improvisación. Está todo planeado. Despega en 4-2-3-1 y vuelve en el mismo esquema. Con la dificultad para el Athletic de que en el repliegue se encuentra con 5 tipos formando un muro de contención en medio campo. Los de Bielsa no han sido capaces de superar con jugadores la barrera y claudicaron con la impotencia que reflejó el final del partido.
Lo comentamos en la previa: presión fuerte, robar y lanzar con los cuatro magníficos. Corazón y talento. Y Bielsa lo advirtió en una conferencia en Panamá: “Un sistema 4-2-3-1 jugando a la contra y atacando con pocos, solo funciona si tienes jugadores virtuosos”. Evidentemente, Simeone lo sabe, lo aprovecha y la final ha evidenciado el resultado. Atleti de morder y volar.
Ariete. Asesino del gol. Acribilla calificativos en función del tiempo que vive dentro del área. Jugador descomunal de equipo, factor diferencial de campeón. Fabrica goles, los da y los remata. Delantero sustancialmente superior. Disparo lejano notable; manejo de ambas piernas, sobresaliente; olfato, matrícula de honor. El Atleti tiene la suerte de Falcao. Talento y fe. Como diría el viejo Honoré de Balzac: “No existe talento sin gran voluntad”.
* Fran Alameda es periodista. En Twitter: @Fran_Alameda
– Fotos: Athletic Club – AP – Atlético de Madrid
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