Bailando bajo la lluvia

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Bailando bajo la lluvia

por ISMAEL LEDESMA el 30 enero, 2014 • 0:45

1.- No se esperaba ver mucho ambiente en las gradas del Camp Nou; el horario y el resultado en el partido de ida auguraban una de las entradas más bajas de la temporada. Y, por si fuera poco, el diluvio universal.

2.- Parecía imposible dormirse bajo el vendaval que caía, pero el Barça lo hizo durante los primeros diez minutos. Pérdidas de Adriano en campo propio, zigs-zags de Alexis casi al borde del área de Pinto y una historia que se repite, como la ley de Murphy, el dichoso balón parado. Aunque esta vez el gol llegó por mala suerte, pero llegó. Puyol resbaló y el remate de Lukas Vyntra que iba fuera golpeó en Sergi Roberto. Haría bien el equipo de Gerardo Martino en analizar lo que sucede en dichas jugadas a balón parado. A la evidente carencia física se le une una falta de contundencia alarmante. Y Touré, Fernandinho, Negredo o Kompany llegan en pocas semanas.

3.- Pronto Pinto dejó de tener trabajo. El Barça hizo clic, como el músico desganado que va a dar un concierto pero reflexiona y se dice a sí mismo: “tomémonos esto en serio, la gente que ha venido lo merece”. Esos 25.551 espectadores se llevaron a casa la admiración de mucha gente y disfrutaron de ochenta minutos de seriedad por parte culé. Porque a raíz del gol de Adriano desde fuera del área (Javi Jiménez no vio el balón, en un vía crucis particular que se repitió en más ocasiones) el Barça mejoró.

4.- Y eso que la propuesta inicial de Caparrós limitó las ocasiones culés. Cuatro defensas en repliegue bajo, con cinco centrocampistas muy juntos que regalaban las bandas (Camarasa, jugador que dará que hablar en el futuro, era el único que a veces saltaba al jugador blaugrana con balón) y un Ángel en la punta de ataque que corrió mucho y tocó poco balón. La seriedad del Barça se plasmó en las dieciseís faltas que hizo, por trece del Levante. La superioridad fue manifiesta con la posesión (85 %) y los veinte remates (tres del Levante).

5.- La paradoja se dio con el segundo gol del capitán Puyol, cuyo rendimiento puede ser discutible, pero su perseverancia y esfuerzo son encomiables. Y hoy, con un gol tras un córner. El probablemente peor equipo a balón parado de la liga le ha marcado dos goles en tres partidos tras saque de esquina a un equipo que domina el juego aéreo. Las cosas que tiene el fútbol.

6.- En el descanso se retiró Iniesta (Martino prefirió dosificarlo) y entró Pedro. Quizá producto del desgaste de jugar tantos partidos en pocas semanas, el Levante desconectó. Dos errores de la zaga (y del guardameta) permitieron a Alexis aumentar su cuenta goleadora. Los granota saben que su guerra es otra. Sacaron un punto en el partido que más importaba y consideraron que la Copa del Rey era para disfrutar. Su final llega este sábado frente al Rayo Vallecano.

7.- Cesc cerró el encuentro en la faceta goleadora con un disparo que Javi Jiménez no vio, como le ocurrió en otros dos tantos. Con los cambios, Caparrós premió a los suplentes de los suplentes y pasó a defensa de cinco para tratar, precisamente, de que no pasara nada en lo que quedaba de partido. Por entonces, el dibujo del Barça ya era algo caótico. Mascherano volvió al mediocentro durante unos minutos, Sergi Roberto y Song parecían más un doble falso nueve que dos interiores y Pedro se movía entre líneas con la libertad que solo el ‘10’ suele tener. Afellay estuvo incisivo y probablemente fue la única persona en todo el estadio que hubiera deseado que el partido durara diez minutos más.

y 8.- Séptima semifinal de Copa del Rey en ocho años para el Barça, dato que demuestra la solidez y competitividad hasta el extremo de un equipo que no rinde como en sus noches más brillantes pero que no regala competiciones. El sistema de competición, el horario y la lluvia hicieron que el encuentro en el Camp Nou quedara en familia, pero el equipo de Martino le dio la importancia que su afición y el rival merecían. Y todo esto con Messi desaparecido, agazapado en el banquillo esperando el baile importante, el que empezará en el mes de febrero y acabará a finales de mayo.