"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
MAGAZINE / Inglaterra / Manchester United
La magia es una mezcla entre sorpresa e ilusión, combinada con un fino hilo de atracción visual. Un verdadero mago debe poseer numerosos trucos bajo la manga para poder impresionar al público mediante su actuación. Pero hay otro tipo de magos. Ilusionistas que no poseen trucos, pero deslumbran al público como la mejor triquiñuela mágica. Dentro de un ámbito donde se puede hacer magia con casi todo, hay solo unos pocos elegidos llamados a frotar la lámpara con el balón. Un objeto esférico difícil de prever siempre es un desafío para cualquier amante de las artes mágicas. Zlatan Ibrahimovic ha sido uno de los elegidos para manejar a la perfección la anatomía del balón, por lo que el espectáculo de la conjunción entre el sueco y el objeto esférico está asegurado. El jugador sueco nos ha regalado continuados masajes visuales en su preciosista relación con el balón. El genio, hasta ahora jugador del Manchester United, ha basado su capacidad para divertir y asombrar en un solo aspecto: su propia diversión con la pelota en los pies. Desde muy joven lo tuvo claro, si él no se divertía jugando este no era su deporte. Menos mal que se divirtió.
Sin embargo, tal afluente de ilusionismo con el balón está unido a la realidad por varios hilos de tejido corporal. Si, por cualquier motivo, uno de ellos se rompiese, la prestidigitación del mago puede verse duramente afectada en un periodo de tiempo bastante prolongado. Uno de esos hilos que unen la magia y la realidad dijo basta en el cuerpo de Ibrahimovic. El ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha se rompió en un inoportuno mal apoyo. Al mismo tiempo que su ligamento dejaba de estar unido, mucha gente dejó de creer en la magia. Una lesión tan complicada a una edad avanzada como la del genio sueco puede haber roto la relación entre magia y realidad que tenía como nexo a Ibrahimovic. El delantero ha asegurado, tras pasar por el quirófano, que volverá con más fuerza. Su profesionalismo y motivación llenan de esperanza a las personas que deseamos ver de nuevo algo tan escasamente inteligible sobre los terrenos de juego.
Semanas antes a la inoportuna lesión, la situación de Ibrahimovic en el Manchester United estaba en el aire. Su contrato de un año de duración terminaba esta misma temporada y el rendimiento ofrecido por el sueco hacía decantar la balanza hacia una renovación del mismo por un año más. Aparte de la posible renovación de contrato con los “Red Devils”, el jugador sueco tenía sobre la mesa una oferta para jugar en la MLS. Pese al creciente nivel de la liga estadounidense de fútbol, el jugador del United ve su llegada al continente americano como un alejamiento del fútbol de primer nivel, de ahí sus dudas a la hora de elegir lo mejor para su futuro.
Le lesión ha trastocado todo. El Manchester United ha rechazado la renovación de contrato a Ibrahimovic teniendo en cuenta la grave lesión sufrida. Su completa recuperación de una grave lesión a sus 36 años no está asegurada y su ficha es muy abultada. Ni siquiera el buen rendimiento mostrado durante la presente temporada ha borrado las dudas en los despachos del club de Manchester. Zlatan ha logrado marcar 28 goles y dar 10 asistencias en toda la temporada hasta el momento de su lesión, pero el club inglés ha decidido no contar con él para el porvenir inmediato.
Ibrahimovic ha asegurado un gran rendimiento en todos los clubes donde ha militado. Su carrera le ha llevado por muchos de los principales equipos que dominan el viejo continente. Ajax, Juventus, Inter, Barcelona, Milan, PSG y Manchester United es la larga y dorada lista de equipos donde ha militado el jugador sueco. Uno de los mayores logros en toda su carrera es haber mostrado siempre un gran rendimiento en todos y cada uno de los exigentes clubes donde ha militado. Ha salido campeón de liga de todos los países donde ha jugado, excepto en el actual. El delantero sueco aterrizó en Mánchester con el objetivo de conseguir el entorchado liguero y ampliar, más aún, su envidiable palmarés. Sin embargo, el rendimiento del conjunto mancuniano no ha sido el esperado y su objetivo de levantar la Premier se ha evaporado tras la no renovación de contrato.
Desde su salida de Suecia hacia los Países Bajos, Ibrahimovic ha disputado un total de 676 partidos donde ha anotado 402 goles. Su rendimiento goleador ha sido excelente durante toda su carrera. Una trayectoria profesional que, además de goles, ha mostrado gestos técnicos de un verdadero genio de este deporte. Para el recuerdo queda el fantasioso gol que anotó con el Ajax bailando a todo el equipo rival y resolviendo él mismo, o el conseguido de espuela ante Italia y ante Buffon o la espectacular chilena desde una posición irrisoria ante Inglaterra en un amistoso. Tardaríamos años en enumerar y describir todos los destellos técnicos de la carrera profesional del sueco. Entre trucos de magia y goles encontramos cinco trofeos por máximo goleador: dos en Italia (Inter y Milan) y tres en Francia con el PSG.
Su rendimiento y profesionalismo está fuera de toda duda, aunque alguna vez que otra le hayan perdido las formas fuera de los terrenos de juego. Ha experimentado, poco a poco, una evolución futbolística enorme, adaptándose a las nuevas condiciones físicas que surgían fruto de la edad. De un vigoroso y espigado delantero técnicamente devastador ha evolucionado a un perfil de jugador para todo, con gran peso en la creación, que se muestra para ayudar a generar juego a su equipo y que es capaz de combinar con un gran número de goles por temporada. En ese perfil de punta agresivo del Ibrahimovic más joven podemos observar números como estos: 48 goles con el Ajax de Ámsterdam, 26 con la Juventus de Turín, 66 con el Inter de Milán y 22 con el FC Barcelona. Zlatan comenzó su conversión futbolística en su segunda etapa en la ciudad de Milán, pero esta vez en la parte rossonera. Paradójicamente, sus mayores números en el aspecto goleador llegaron una vez finalizada su reconversión a un jugador más preocupado por la creación y generación de juego que por los goles. En el Milan anotó un total de 56 goles, mientras que en el PSG marcó la friolera de 156 tantos entre todos los partidos que disputó con la elástica parisina.
Entre todas estas cifras que ensalzan la carrera del jugador sueco al olimpo de los mejores jugadores de este deporte podemos encontrar una mancha negra. Hay un casillero vacío en el palmarés de Ibrahimovic: pese a haber desarrollado su carrera en clubes de un gran nivel europeo y que todos ellos, salvo el PSG, han conseguido levantar alguna vez en su historia la Liga de Campeones, el jugador sueco aún no ha saboreado la miel de alzar al cielo la Orejona. Ajax, Juventus, Inter, FC Barcelona, Milan y Manchester United; entre todos ellos suman 24 Liga de Campeones. Se trata de la gran obsesión de Ibrahimovic durante toda su carrera y que siempre le dio la espalda. Es cierto que también se puede echar en falta algún título a nivel de selecciones en un jugador de tal nivel. Pero la calidad de su selección no le ha permitido, en ningún torneo de los disputados, acercarse ni de lejos a algún entorchado histórico para Suecia. Sin embargo, esa ausencia de títulos con el combinado nacional no ha sido un obstáculo para hacer historia en la selección de su país. En las 116 apariciones con su selección ha anotado 62 goles, convirtiéndose en el máximo goleador de toda la historia de Suecia, por delante de Sven Rydel y Gunnar Nordahl, que formaron parte de un plantel mucho más exitoso en la primera mitad del siglo pasado.
* Christian Sánchez.
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