"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Miembro del gran equipo que tuvo Perú a finales de los años 70 y principios de los 80, en el que también se encontraban Sotil, Oblitas, Cueto, Chumpitaz o Cubillas. Desarrolló buena parte de su carrera en el Alianza Lima, aunque también tuvo algunas aventuras en Colombia, Canadá, Chile o España. Nacido el 4 de junio de 1952 en Lima (Perú), fue un excelente medio de carácter defensivo. Futbolista de enorme finura y calidad, sobresalía por su trabajo, resistencia, valentía y espíritu de lucha. En el panorama futbolístico fue conocido como El Patrón.
Sus primeras patadas a un esférico las dio en San Luis de Cañete, hasta que con 11 años se trasladó a Lima y tres más tarde hizo una prueba que pasó en el Alianza. Poco a poco fue ascendiendo en las categorías inferiores del club y debutó en el primer equipo en 1971. Había destacado con anterioridad como zaguero, pero pronto quedó claro que la posición donde mejor se desempeñaba era la de medio defensivo.
En la temporada de su estreno, Alianza no pudo lograr el título, pero sí se clasificó para la Copa Libertadores del año siguiente. Era una época en la que figuraban en el cuadro blanquiazul hombres como Teófilo Cubillas, Carlos Morales, Victor Zegarra, César Cueto o Luis Martínez. Su papel en el torneo continental fue pobre, al ser eliminado en la primera fase, pero la progresión del equipo estaba en ascenso. Los cursos posteriores llegaron Jaime Duarte, Carlos Gómez Lainez, José González Ganoza o Roberto Rojas, y en 1975 Velásquez inauguró su palmarés con el torneo liguero. En el grupo final dominaron la tabla por delante de Alfonso Ugarte y un año después regresaron a la Libertadores, donde alcanzaron las semifinales y fueron apeados por el Cruzeiro. El desgaste aquel curso se notó y en la competición doméstica firmaron un pobre quinto lugar. Sin embargo, para las campañas de 1977 y 1978 recuperaron el nivel y en ambas se mostraron superiores a todos sus rivales, obteniendo dos ligas consecutivas.
Velásquez era uno de los futbolistas clave del equipo junto a otras leyendas de la institución como Cubillas, Cueto, Sotil, Guillermo La Rosa, Freddy Ravello, Javier Castillo o Juan Illescas. Fue un trienio de oro para un club que tuvo una enorme sequía de triunfos desde mediados de los 60 hasta el título de 1975.
Tras la conquista de estos dos trofeos, el Patrón sintió que había cumplido un ciclo y decidió emprender una aventura por Colombia y Canadá. En 1979 firmó por Independiente de Medellín, en el que jugó aquel año y posteriormente en 1982. Entre medias firmó por una temporada con el conjunto canadiense de Toronto Blizzard, en el que coincidió con el escocés Peter Lorimer, el italiano Francesco Morini, el inglés Jimmy Greenhoff o el bermudeño Clyde Best, uno de los primeros jugadores negros que se estableció en la era moderna del fútbol inglés.
En 1983 regresó en una segunda etapa a Alianza Lima, pero al término de la campaña recibió una oferta del Hércules de Alicante que aceptó. El cuadro alicantino acababa de subir a primera división y para intentar mantener la categoría reforzó mucho al equipo. El técnico era el uruguayo Carlos Jurado, que confió en la capacidad de Velásquez, al que dio orden y mando en las primeras jornadas de liga. Los resultados no fueron los esperados y el charrúa fue despedido en la jornada 19. Esa también fue la sentencia para Velásquez, puesto que en Navidad ficharon a Kempes, que estaba sin equipo, para que ocupase su ficha de extranjero. El Hércules finalmente salvó la categoría por un punto y Velásquez se marchó a jugar a Chile a las filas del Deportes Iquique.
Su periodo con los dragones celestes tampoco fue excesivamente brillante y poco después colgó las botas. Sin embargo, no fue la retirada definitiva puesto que en 1988 retornó a Alianza Lima para ayudar al club tras la tragedia aérea de Ventanilla. Disputó varios choques y esta vez si dijo adiós a su trayectoria en los terrenos de juego. Para la historia quedaron sus 51 goles en la primera división peruana y un carácter fuerte que le costó más de una trifulca sobre el césped.
Con la selección peruana fue internacional en 82 ocasiones y marcó 12 goles. Debutó muy joven, con apenas 21 años, un 29 de marzo de 1972 en un amistoso frente a Colombia que concluyó empate a uno. A partir de entonces fue llamado con regularidad y en 1972 acudió a la Copa de la Independencia de Brasil, donde disputó el choque ante Paraguay. Perú quedo encuadrada en el Grupo C con Venezuela, Bolivia, Paraguay y Yugoslavia, pero no pudo pasar a la siguiente fase tras ocupar el tercer lugar.
Un año más tarde, el seleccionador Roberto Scarone le convocó para un encuentro clasificatorio para el Mundial de 1974 en el que perdieron por 2-0 ante Chile. La Blanquirroja se jugó posteriormente el pase a un playoff intercontinental también frente a los chilenos, pero de nuevo cayeron y no acudieron a la Copa del Mundo de Alemania. Esto supuso la llegada al cargo de Marcos Calderón que en 1975 devolvió a Perú a la cima del continente sudamericano. En la Copa América de aquel año, el cuadro rojiblanco se mostró muy fuerte en todos los aspectos. Velásquez estuvo entre los convocados, aunque solo jugó en el estreno del torneo ante Chile, partido que terminó 1-1. También compartían grupo con Bolivia y tras sumar siete puntos en cuatro partidos pasaron a semifinales. Allí, en una eliminatoria para el recuerdo, el equipo de los Chumpitaz, Oblitas, Cubillas o Casaretto eliminó a Brasil después de vencer por 1-3 en Belo Horizonte y caer por 0-2 en Lima. En la final se vieron las caras con una Colombia liderada por el goleador Díaz que tampoco pudo frenarles. Fue necesario un partido de desempate en Caracas, donde una diana de Sotil dio el título a Perú, después del último cosechado en el lejano 1939.
El papel de Velásquez en el equipo nacional fue creciendo pese a sus desavenencias con Calderón, y en la cita del Mundial 1978 fue uno de los baluartes de la escuadra. En la clasificación habían dejado en el camino a Chile, Ecuador y Bolivia, con gol del Patrón frente a los ecuatorianos. En tierras argentinas el sorteo les deparó una liguilla con Escocia, Irán y los Países Bajos. La generación de futbolistas peruanos dirigida por Calderón era magnífica y el sueño de realizar un buen Mundial estaba muy presente. En la primera jornada vencieron con claridad a los escoceses por 3-1 y frente a los neerlandeses firmaron tablas. En el tercer choque, ante los iraníes, confirmaron a lo grande su clasificación con una goleada por 4-1 que incluyó un tanto de Velásquez de cabeza. En segunda ronda tuvieron como rivales a Polonia, Brasil y Argentina. El grupo era durísimo y Perú no sumó ningún punto. Primero, los brasileños les derrotaron por 3-0, luego los polacos por la mínima en un choque donde Velásquez no jugó y por último Argentina les apabulló por 6-0 en un partido que ha pasado a la historia por los rumores de amaño. El Patrón tampoco fue titular, aunque acabó jugando 15 minutos, decisión que fue criticada en la prensa peruana los días posteriores.
El siguiente torneo al que acudió Velásquez fue la Copa América de 1979. Al ser Perú el vigente campeón, empezó su competición en semifinales, donde se enfrentó a Chile. Velásquez formó en ambos onces confeccionados por José Chiarella, pero los chilenos fueron mejores y tras un global de 1-2 pasaron a la gran final. Un par de años después iniciaron el camino para el Mundial de España, al que se clasificaron tras deshacerse de Uruguay y Colombia. El duelo clave fue ante los charrúas en Lima, donde Velásquez se salió con una actuación colosal. Perú y Uruguay empataron a cero y la Blanquirroja obtuvo el billete mundialista. En la Copa del Mundo’82, Velásquez formó parte de la columna vertebral del equipo de Tim junto a Cueto, Cubillas y Oblitas. En los dos primeros partidos igualaron con Camerún e Italia y se jugaron el pase frente a Polonia. El choque en Riazor fue un auténtico drama para los peruano,s que perdieron por 5-1 y se volvieron a casa. El centrocampista de Lima fue además el protagonista de una de las anécdotas del torneo al chocar fortuitamente con el árbitro alemán Eschweiler, al que tiró las tarjetas y rompió un diente.
En 1983, la edición de la Copa América otra vez se celebró por todo el continente, y Velásquez la disputó por tercera vez. Hubo una revolución en la lista de Juan José Tan y muchos de los integrantes del anterior mundial no fueron convocados. Aun así, Perú cumplió y obtuvo el cuarto lugar. En la primera fase superaron con comodidad a Colombia y Bolivia después de ganar los partidos de casa y empatar fuera, y en semifinales lucharon por un puesto en la final contra Uruguay. En la ida, en Lima, una derrota por 0-1 les complicó mucho las cosas y en la vuelta en Montevideo llegaron a igualar la eliminatoria, pero tras marcar Cabrera las esperanzas se esfumaron.
Los últimos partidos en los que Velásquez vistió la Blanquirroja fueron en 1985. Estaba en juego acceder al Mundial de 1986, pero se quedaron a las puertas. Fijo en toda la clasificación, Velásquez marcó un tanto a Argentina que dio el segundo puesto del Grupo A y con ello tuvieron que luchar por un pasaporte mundialista en un playoff. En él también se encontraban Paraguay, Colombia y Chile y solo uno de ellos fue a México. Perú tuvo como adversario en la primera eliminatoria a Chile, que se convertió en su verdugo. En Santiago cayeron por 4-2 y en la vuelta no culminaron la remontada tras perder de nuevo por 0-1. Esta fue la despedida internacional de Velásquez, que por entonces contaba con 34 años de edad.
Posteriormente ejerció como entrenador en la cantera de Alianza, hasta que fue despedido en 2010 tras no asistir a un torneo de juveniles.
* Alberto Cosín.
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