Luis Suárez, el delantero generoso
La lesión de Messi nos está ofreciendo la posibilidad de despejar las incógnitas (si es que las había) sobre la validez de la actual plantilla del F. C. Barcelona y su entrenador. Su ausencia nos puede generar ciertas dudas sobre su influencia en el juego y en el resultado. La messidependencia se pone a prueba. Pero es aquí donde están surgiendo personalidades y liderazgos que, sin la estrella argentina sobre el campo, adquieren una importante notoriedad. Y entre ellos destaca Luis Suárez.
Tenemos la suerte de encontrarnos a un jugador que nos está dando un máster sobre los movimientos sin balón o de cómo facilitar el juego de ataque a sus compañeros por medio de desmarques. Esto no quiere decir que antes no los hiciera, pero sin Messi cerca está logrando asociarse con otros.
Su juego, unido a su ambición por ganar y su hambre por lograr títulos, lo hizo ser, en su momento, y ahora nos lo está demostrando, un fichaje acertado, a pesar de los problemas que acarreaba llevarlo a cabo (sanción FIFA, las dudas que podía generar su adaptación con el dúo Messi-Neymar). Luis Suárez se ha aclimatado a todo desde el silencio y el trabajo, sin querer ser protagonista en nada y aportando progresivamente su juego y la pretensión de conseguir todos los títulos que estén en liza.
La generosidad en un delantero no es algo habitual, y él la tiene, y mucha, ya que sus acciones son, habitualmente, para beneficio de sus compañeros (beneficio para el equipo, beneficio para todos). Él va diseñando la acción en su mente, lógicamente, sin ofrecer pista alguna a su marcador. Órdenes del entrenador a sus jugadores: si vas a realizar un desmarque, ten en cuenta estos tres pasos:
- Lectura del juego, y acción más idónea a realizar, y modo de ejecutarla (trayectoria, dirección, orientación, velocidad, etc.).
- Decisión, elección del momento justo a realizarla.
- Ejecución, finta, cambio de ritmo, intensidad, alcance del objetivo (desmarque para beneficio propio o arrastre del marcador para aprovechamiento del compañero).
Este jugador no es un complemento. Al contrario: es la raíz del juego de ataque. Con él sobre el campo, las posibilidades del poseedor del balón se multiplican por dos. El debate actual sobre el mejor nueve para la selección española se cerraría si Suárez fuera nacionalizable. El Barça posee, a día de hoy, al mejor creapasillos del mundo. Larga vida al delantero generoso.
* Austin Alkorta es entrenador de fútbol – nivel III.
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