El Giro de Italia 2014 decepcionó un poco –fugas demasiado fáciles, pocos ataques entre los favoritos y escasos cambios en la clasificación general–, pero mostró dos cosas muy positivas: la consolidación de la nueva generación de ciclistas colombianos y el alto rendimiento de jóvenes corredores que ya son presente del ciclismo.
Irlanda
El comienzo fue histórico. En viernes, lo que obligó a un tercer día de descanso para el traslado a Italia en el cuarto día de competición y en Irlanda por primera vez en la historia de la carrera. La crono por equipos disputada en Belfast se la llevó el Orica Greenedge australiano y Svein Tuft, el día de su 37º cumpleaños, se convirtió en el corredor más veterano en vestirse de rosa el primer día del Giro.
Sprints
Pocos días de llegadas masivas pero muy bien aprovechados. En Irlanda ganó dos veces Marcel Kittel y su precipitada retirada permitió a Nacer Bouhanni ganar en tres ocasiones para convertirse en el primer esprinter francés que se llevaba una etapa del Giro desde Philippe Casado en 1991 y el primer francés con tres etapas desde Laurent Jalabert en 1991.
El último día, en Trieste, Luka Mezgec se hizo con la victoria y dio a Eslovenia su primer triunfo parcial en la historia de la carrera.
Las antípodas
El rendimiento de los australianos fue extraordinario. Se llevaron la crono por equipos, Michael Matthews y Cadel Evans se pusieron líderes, el propio Matthews siguió la tradición de que todo ciclista australiano que lleva la maglia rosa también gana alguna etapa venciendo en Montecassino y, para rematar la faena, Michael Rogers, antiguo campeón mundial contrarreloj, ganó dos etapas en línea –la segunda y última en el Monte Zoncolan–, algo que jamás había conseguido en una misma vuelta por etapas.
Los italianos
Ningún corredor local pudo ponerse de líder, de hecho no lo logró ningún ciclista europeo, algo inédito en una de las tres grandes vueltas, pero sí se llevaron importantes triunfos de etapa. Diego Ulissi consiguió dos, Fabio Aru cimentó su podio final con la victoria en Montecampione y el equipo Bardiani justificó su invitación ganando tres etapas con otros tantos corredores: Canola, Battaglin y Pirazzi.
Cambios de líder
Dos etapas dieron un gran vuelco a la carrera. La primera fue la dura contrarreloj individual de 42 kilómetros en Barolo, donde se impuso Rigoberto Urán. La ventaja del colombiano, 1’17’’, no se producía en una crono del Giro desde los tiempos de Tony Rominger: el suizo ganó una en 1995 sacando 1’39’’ a Berzin.
La otra etapa decisiva de la carrera fue la que unió Gavia y Stelvio para acabar en Val Martello. El mal tiempo a punto estuvo de anularla y una confusión con la neutralización del descenso del Stelvio fue aprovechada por Nairo Quintana para ganar la etapa y voltear la general, puesto que empezó el día a 2’40’’ del líder y lo terminó con 1’41’’ de ventaja. Quintana no sufrió ni un contratiempo en el resto del Giro e incluso acabó con el dominio de los italianos en las cronoescaladas de la carrera, donde estaban invictos desde 2000, venciendo en la Cima Grappa.
El ganador
Nairo Quintana hizo historia para su país al ser el primer colombiano en imponerse en el Giro y el segundo en una gran vuelta tras el triunfo de Lucho Herrera en la Vuelta a España de 1987. Además, a sus 24 años y 117 días, es el campeón más joven de la ronda italiana desde que en 2004 Damiano Cunego venciese con 22 años y 253 días.
El subcampeón
Otro colombiano fue segundo en la general, Rigoberto Urán, que repitió su puesto de 2013. El anterior ciclista en ser segundo en Giros consecutivos fue Pavel Tonkov (en 1997 le ganó Gotti y en 1998 Pantani).
Un país puede con todo
El Giro 2014 pasará a la historia de Colombia como la mejor actuación de sus ciclistas en una gran carrera. El doblete en la general es algo extrañísimo de ver en el Giro con un país que no sea Italia, tanto que solo había ocurrido en 1954, cuando el suizo Carlo Clerici venció por delante de su compatriota Hugo Koblet.
Pero la exhibición colombiana no fue solo por el rendimiento global, también por el puntual. Quintana, Urán y Arredondo lograron triunfos de etapa para que este Giro sea la tercera gran vuelta donde tres colombianos han logrado victorias de etapa (ya lo habían conseguido en las Vueltas a España de 1987 y 1990).
Tan altas prestaciones durante tres semanas tuvieron su reflejo en el podio final. Un colombiano fue primero (Quintana), otro segundo (Urán), otro el rey de la montaña (Arredondo) y otro el mejor joven (de nuevo Quintana). Únicamente Italia, en 1979, había conseguido estas cuatro cosas en un mismo Giro al imponerse en la general de esa edición Giuseppe Saronni por delante de Francesco Moser, con Claudio Bortolotto como mejor escalador y Silvano Contini como mejor joven.
Y además…
Cuando menos podía esperárselo, el Flensburg Handewitt se proclamó campeón de Europa de balonmano, título que se le había escapado en sus dos finales previas (2004 y 2007). Sorprendente porque se metió en la Final Four eliminando de milagro al Vardar y porque en cada uno de los dos partidos de Colonia remontó seis goles de desventaja.
En la primera semifinal, el Kiel, que llegaba tras protagonizar en cuartos de final la mayor paliza en una eliminatoria tan avanzada desde 1997, se deshizo del Veszprém húngaro, que se plantó en Colonia tras veinte días sin jugar partidos, algo que tuvo menos influencia que la colosal actuación en la segunda mitad del portero sueco Palicka, responsable del 29-26 final.
La segunda semifinal parecía decidida cuando el Barça entró en los seis últimos minutos con seis goles de renta. Cada minuto perdía un gol de ventaja y aun así estaba por delante y con el balón a falta de 16 segundos. Pero hizo pasivo, el Flensburg empató y en la prórroga volvió a remontar para provocar los primeros penaltis en la breve historia de la Final Four. La suerte estuvo de su lado.
En la final, el Flensburg comenzó muy mal, perdió muchos balones, el Kiel lo castigó con goles y se puso 11-5 en el marcador. Poco a poco, las paradas de Andersson y un ataque más efectivo les metieron en el partido y la segunda parte fue totalmente suya, sobrando el último minuto del encuentro.
Con este título, los equipos alemanes han ganado cuatro de las cinco Final Four jugadas en Colonia, las tres últimas de manera consecutiva y con tres clubes diferentes (Kiel, Hamburgo y Flensburg). Solamente España encadenó tres Copas de Europa con equipos distintos (1994 Teka Santander, 1995 C. D. Bidasoa y 1996 F. C. Barcelona).
La Copa de Europa estrenaba formato –fase final con seis equipos– y uno de ellos, por decreto, el anfitrión. Una norma nefasta para el deporte pero que el Atlètic Barceloneta no tuvo que usar, porque accedió a la lucha por el título por méritos deportivos. Y en tres partido magistrales, en tres días consecutivos, completó la temporada perfecta añadiendo la Champions a la Liga, Copa del Rey, Supercopa y Copa Catalunya que ya había conquistado.
Es la tercera Copa de Europa masculina del waterpolo español, tras las de 1982 (CN Barcelona) y 1995 (CN Catalunya), y con el título femenino del CN Sabadell, España es el segundo país que gana ambas Copas de Europa en el mismo año tras haberlo logrado Italia en cinco ocasiones, la última en 2012 con doblete del Pro Recco.
Nueve meses de competición y hubo que esperar al último set del tercer partido de la vuelta para conocer el campeón. El Pontoise Cergy ganó el partido de ida por 3-1 cediendo solo cinco sets. Con ese resultado, el Gazprom Orenburg tenía casi como única opción ganar la vuelta por 3-0 (cada partido se disputa al mejor de cinco enfrentamientos). Los dos primeros los ganó en el quinto y último set y en el tercero también llegó a la última manga. Quien ganara ese set era el campeón, y Kristian Karlsson derrotó a Alexei Smirnov para dar al Pontoise Cergy su primera Copa de Europa, el primer título en esta competición de un club francés desde 1999, cuando ganó el Caen.
Exhibición de Francia, que se llevó los dos títulos y cuatro de las seis medallas. En categoría masculina, oro para Benoît Nicolas, el primero de Francia desde 1999 con Yann Million. Y con la plata de Étienne Diemunsch, los franceses hicieron doblete como en 1998.
En categoría femenina, Sandra Lévénez tuvo premio para tanta insistencia y logró su sexta medalla –récord histórico masculino o femenino– y la primera de oro.
Francia, que nunca antes se había llevado los dos títulos, se convirtió en el primer país que gana los oros masculino y femenino desde Gran Bretaña en 2005.
Eslovaquia, por oros (3) y por medallas (5), fue el mejor país del evento y lideró ambas clasificaciones por primera vez desde 2010.
Kayak
Doblete checo en K1 masculino y alemán en K1 femenino. La República Checa solo había logrado oro y plata en una misma prueba masculina en el C2 de 2005, mientras que para Alemania fue el primero en categoría femenina.
Las pruebas por equipos fueron para los hombres alemanes y las mujeres checas. Alemania igualó los cuatro oros de Eslovenia, mientras que República Checa se convirtió en el país con más títulos, cinco, en el K1 femenino.
Canoa
Los eslovacos Alexander Slafkovský, oro en C1 individual y bronce en C1 por equipos, y Peter Hochschorner, campeón en C2 por equipos, consiguieron su 15ª medalla, igualando el récord de más medallas europeas que todavía conservan Elena Kaliská y Štěpánka Hilgertová.
El Prefontaine Classic de Eugene (Estados Unidos) fue la tercera parada de la Diamond League. Hubo marcas (9’’76 ventosos de Gatlin en 100 metros) y duelos (Kirani James ganó por milésimas a Merritt en 400) muy interesantes, pero lo más destacado fueron otras cosas.
En 800, donde regresó David Rudisha terminando séptimo, ganó Nijel Amos, el primer hombre de Botswana que vence cualquier prueba de la competición. En pértiga, Renaud Lavillenie se hizo con la victoria para igualar el récord de triunfos en la prueba, 21, de Isinbayeva. En longitud femenina, con las cuatro primeras separadas por dos centímetros, Ivana Španović dio a Serbia su primera victoria en cualquier modalidad de la Diamond League.
Y quizá lo más llamativo fue la carrera de 10.000 metros y la actuación de Galen Rupp. El blanco americano se exhibió con 26’44’’36, batió por casi cuatro segundos su plusmarca nacional y se convirtió en el primer atleta no nacido en África en vencer un 10.000 en la competición.
Antes del inicio de los partidos internacionales de selecciones en el hemisferio sur terminaron las tres principales ligas del viejo continente. Y también la española.
Inglaterra, Premiership. Northampton 24-20 Saracens. Con un ensayo sobre la bocina que necesitó del juez de vídeo se resolvió la primera final de la Premiership que tuvo prórroga. Northampton ganó su primera liga, mientras que Saracens es el primer equipo inglés que queda subcampeón de liga y de Europa en la misma temporada (en todo el continente no ocurría desde 2005 con el Stade Français).
PRO 12, Celtic League. Leinster 34-12 Glasgow Warriors. Retirada agridulce de Brian O’Driscoll porque se lesionó a los ocho minutos de su partido de despedida, pero lo compensó viendo cómo Leinster ganaba ligas consecutivas por primera vez en la historia y además conseguía la ventaja más amplia vista en la final de la competición. Los Warriors consiguieron el mejor resultado de la historia de un club escocés.
Francia, TOP 14. Toulon 18-10 Castres. Jonny Wilkinson sí que tuvo una retirada de ensueño. La semana pasada ganó la Copa de Europa y en esta anotó 15 puntos ante el vigente campeón francés, posibilitando que el Toulon volviese a ganar el título de liga veintidós años después.
España, División de Honor. VRAC 26-15 El Salvador. Derbi de Valladolid en la gran final y título para el VRAC Quesos Entrepinares vengándose de las dos derrotas en liga regular ante su gran rival. El VRAC sigue invicto en partidos de playoffs (6-0) ha ganado la liga en las tres ediciones con este formato y se convierte en el segundo club de la historia en alcanzar el tricampeonato consecutivo tras el Canoe (1971-1973). Además ha logrado el primer doblete liga-copa y el primer triplete, contando la Supercopa, en la historia de un club al que se le sigue resistiendo la Copa Ibérica.
Esta vez tuvo en Jorge Lorenzo un rival a su altura durante toda la prueba, pero Marc Márquez volvió a ganar otra carrera, la sexta en otras tantas disputadas esta temporada. Un inicio de año no visto en la máxima categoría desde que Giacomo Agostini empezase en 1971 con ocho triunfos.
Lo más destacado del resto de cilindradas fue la ajustada llegada en Moto 3, donde los componentes del podio –Fenati, Isaac Viñales y Álex Rins– estuvieron separados por 11 milésimas.
Toni Bou recuperó en Alagna (Italia) el liderato del mundial en otra exhibición de los españoles, que por segundo gran premio consecutivo coparon las cuatro primeras plazas. Nunca antes un país había logrado esto en un trial mundialista celebrado en Italia, y solo Gran Bretaña en 1975 había hecho triplete.
Prueba atípica en Londres porque no se disputó sobre la distancia olímpica, sino a la mitad en cada tramo. Mario Mola estrenó su palmarés de triunfos y dio a España su quinta victoria seguida, a una del récord de Gran Bretaña, establecido en las seis carreras previas al inicio del dominio español.
La prueba femenina se la llevó la estadounidense Gwen Jorgensen por delante de su compatriota Sarah Groff. Con este triunfo, Jorgensen iguala el récord de Emma Moffatt y Paula Findlay con cinco victorias en las Series Mundiales. Además, Estados Unidos se convirtió en el tercer país, tras Australia y Gran Bretaña, en hacer doblete en una carrera.
La ciudad canadiense de Windsor acogió la quinta y penúltima prueba de la temporada con abrumador dominio de China, que se llevó siete de las ocho competiciones disputadas haciendo doblete en tres de ellas. Pero esta prueba pasará a la historia por ser la primera de las World Series donde una misma pareja –la formada por los chinos Yue Lin y Yuan Cao– gana los saltos sincronizados desde 3 y 10 metros. Además, Cao ganó la plataforma individual y se convirtió en la primera persona en conseguir tres victorias en una misma reunión.
* David Fernández es estadístico.
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