"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
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Campeona del mundo de 400 libres de natación. Muy pocos pueden decir que han conseguido tal hazaña en una prueba tan complicada. La mallorquina Melanía Costa Schmid (Palma de Mallorca, 1989) lo consiguió el octubre pasado, en el Mundial de piscina corta de Estambul. Ahí se quitó la espinita que le dejaron 19 centésimas en Londres, la distancia que la dejó fuera de una final olímpica. Ahora, tras pasearse en los nacionales de Pontevedra, Melani apunta al Mundial de Barcelona. Y apunta muy alto.
Pregunta.- ¿Por qué la natación?
Respuesta.- Mi madre quiso apuntarme desde bien pequeñita, porque mi hermano mayor ya nadaba, así que a los tres años empecé a hacer cursillos.
P.- ¿Y en qué momento se da cuenta de que es lo suyo?
R.- La verdad es que al principio ni te lo planteas, porque cuando eres pequeña lo único que quieres es estar con los amigos, pasarlo bien… pero cuando comencé a ganar algunas pruebas en campeonatos de España, siendo aún infantil, me di cuenta de que esto se me daba bien, que podía valer para esto.
P.- Y así hasta 2007, que es cuando comienza a ganar campeonatos, récords de España y logra la clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín. ¿Cómo fue aquella experiencia?
R.- Estar ahí por primera vez es algo inolvidable. Acudí sin saber a lo que me iba a enfrentar realmente y lo cierto es que pude realizar una buena participación (entró en semifinales en el 200 libres). Pero sobre todo me sirvió para aprender, iba pendiente de todo, absorbiendo todo. Pude conocer lo que supone estar en unos Juegos, la presión, el ambiente, los deportistas, el público, los otros deportes…
P.- ¿Qué fue lo que más le impresionó?
R.- La unión del equipo español. Éramos de diferentes deportes, pero todos nos juntábamos para animarnos unos a otros, felicitarnos, juntarnos por la villa olímpica… Éramos una delegación española propiamente dicha.
P.- Y al volver de Pekín le llega la oportunidad de marcharse a Estados Unidos.
R.- Sí, fue a través de una persona que me vio nadando en Mallorca y consiguió que una universidad se interesara por mí. Entonces, se ve que otras universidades también se enteraron y también se interesaron, y me empezaron a llamar de distintos sitios. Así que estuve mirando bien qué y cuál era la que más me convenía, y elegí Florida. Vi que ese era el momento para hacerlo, no tenía miedo al cambio, y sabía que ahí era una gran potencia de la natación, que podía progresar mucho, era una buena universidad… No podía decir que no.
P.- ¿Y funcionó?
R.- Al principio se me hizo un poco duro. Lejos de casa, aprendiendo el idioma, gente nueva, entrenamientos totalmente diferentes… pero en cuanto conseguí adaptarme todo fue muy bien y noté una clara progresión. Sobre todo me enseñaron a confiar mucho más en mí como nadadora. Me hicieron comprender que yo podía estar al más alto nivel porque entrenaba con campeones del mundo y veía que eran personas como yo. Antes era una nadadora mucho menos positiva y ahí conseguí quitarme los miedos que podía tener.
P.- Esa progresión se pudo notar en la Universiada de Shénzhen (China), donde consiguió cuatro medallas. ¿Fue su mejor competición?
R.- Bueno, antes de eso, en el Mundial absoluto de Shanghái, hice mi primera final (en 400 libres y mejorando el récord de España), y yo creo que eso fue lo más significativo en esos momentos. Aunque sí, la de China fue una gran competición.
P.- Decía que Pekín sirvió para aprender. ¿Y Londres?
R.- Lo cierto es que no me fui demasiado contenta. Llegaba con el objetivo de entrar en alguna final, pero me quedé dos veces novena, a las puertas; una de ellas a 19 centésimas. Eso me dejó bastante triste. Ahora que el tiempo ha pasado, lo piensas y tampoco está nada mal ser novena en unos Juegos. Pero en ese momento…
P.- En cualquier caso, estuvo a su mejor nivel o incluso por encima; mejoró sus marcas personales, con grandes tiempos. Si luego por 19 centésimas no entra en una final, pues mira, una lástima. Pero no se puede exigir más. Otra cosa, como ha pasado en otros deportes, es que los competidores se queden fuera por estar muy por debajo de su nivel.
R.- Sí, bueno, en parte es cierto, pero no te basta pensar eso. Porque si tu objetivo es estar en la final y no lo consigues, por lo que sea, te queda mal sabor de boca. Y luego también era muy importante porque la diferencia entre ser noveno y ser octavo es una Beca ADO. Ahora no tengo nada, y si hubiera estado un puesto más alto, tendría una beca. Y eso es un poco duro.
P.- Claro, porque imagino que económicamente también están acusando todo lo que está pasando en España, ¿no?
R.- Desde luego. Nuestra federación está fatal. Ahora mismo no hay por dónde tirar si no te lo buscas tú.
P.- Poco después de Londres, en octubre, llega el oro en el mundial de piscina corta.
R.- Fue una gran alegría, porque además también conseguí un bronce y fue un poquito como quitarme la espina de los Juegos. Cuando llegué ahí ni me lo planteaba, no pensaba que pudiera ganar, y fue una alegría inmensa.
P.- En Pontevedra, en el Campeonato de España, también se sale. ¿Está en su mejor momento?
R.- Yo pienso que siempre estoy en mi mejor momento porque siempre estoy entrenando a tope, y siempre voy mejorando, así que mientras no tenga un parón, una lesión o algo, yo siempre digo que estoy en mi mejor momento. Siempre voy mejorando marcas y poniéndome nuevos retos.
P.- ¿Y cómo afronta el Mundial de Barcelona?
R.- Tengo muchísima ilusión, porque sólo pensar que casi toda la grada va a ser española, va a ser tu gente, te va a estar apoyando… supone una gran motivación. Pienso en las veces que he estado en otros campeonatos internacionales, viendo cómo los nadadores del país salen con otra cara, sabiendo que están apoyados, con esa energía que se transmite. Yo quiero sentir eso. Y todos los nadadores españoles estamos igual. Con ganas de salir a nadar y hacerlo bien.
Además, al ser la natación un deporte no muy mediático en España, un Mundial en tu casa te da la oportunidad de darte a conocer un poco más, de que el aficionado tenga más acceso y consciencia de la natación, y tú algo de mayor reconocimiento…
P.- ¿Se marca algún objetivo?
R.- Una final como mínimo. Eso seguro. No me puedo ir de ahí sin entrar una final. Luego, ya no pienso nada más, porque puede ser peor. Entrenar a tope, al máximo, llegar lo mejor posible a Barcelona y a ver qué pasa.
P.- ¿Y Río de Janeiro? ¿Está también en la cabeza? ¿O aún queda muy lejos?
R.- Sí, claro que está en mi cabeza. De hecho, mi objetivo es llegar a Río de Janeiro. No lo veo tan lejos. Además, serían mis terceros Juegos, que no está nada mal, y si consiguiera ahí una final no me podría retirar de mejor manera.
P.- Comentaba antes lo del poco reconocimiento de la natación en España. ¿Por qué cree que sucede? ¿Cree que la falta de resultados puede influir?
R.- Me refería sobre todo a si lo comparas con otros países donde sí es muy importante. Creo que aquí lo que pasa es que como pierdas una vez, ya has perdido todo lo que habías ganado antes. Nosotros tenemos nuestro público fiel, que no creo que cambie mucho. Pero claro, luego, si ganas, todos te reconocen; y si pierdes, pues es complicado.
P.- ¿Cree que la natación española está pasando por uno de sus mejores momentos? Mireia, Melani, Rafa Muñoz, Judit Ignacio, Duane da Rocha…
R.- En cuanto a chicas, no tengo ninguna duda. A día de hoy el equipo es muy bueno, muy fuerte, y rellenamos casi todas las pruebas. En el de chicos creo que falta alguien que termine de romper.
P.- ¿Qué me puede decir de Marc Sánchez?
R.- Éste sí que se lo ha ganado a pulso. Sé que entrena muchísimo, tenía muy claro lo que quería, ha luchado muchísimo por ello y lo está consiguiendo. A ver si ahora le puede salir un buen campeonato, puede dar la talla internacionalmente, porque se lo está ganando y de hecho su marca es internacional. Aunque hay que tener en cuenta que su prueba es muy difícil, es de las más complicadas en chicos. Estoy muy contenta por él, sobre todo porque es de la isla.
P.- ¿Es tan dura la natación?
R.- Desde luego. Probablemente junto a la sincronizada sean los dos deportes que más exigencia requieren. Son muchas horas las que estamos trabajando para llegar a conseguir resultados.
P.- Pero supongo que cuando llegan esos resultados siente que vale la pena.
R.- Sí, te compensa mucho, pero creo que sólo si estás a un nivel alto. A mí, por ejemplo, me compensa muchísimo. Pero también sé que hay otra gente que no llega, que se queda por el camino, y quizá para ellos sea más complicado. Por mi parte, no tengo ninguna duda de que sí. Sobradamente.
P.- ¿Qué es lo que más echa de menos?
R.- Estar con los amigos, salir un poquito más de fiesta… lo típico que sí que puedes hacer cuando tienes algo más de tiempo, algo de descanso.
P.- ¿Y Mallorca?
R.- La verdad es que voy muy poquito, menos de lo que me gustaría, y además cuando voy es por un día o así. Lo cierto es que lo echo de menos. Estoy acostumbrada a estar fuera, pero sí que hay momentos en que piensas que te gustaría estar ahí. Con mi familia, con mis amigos… en mi casa. Porque al final a uno, a pesar de lo bien que le pueda ir fuera, le tira mucho su propia casa.
Y tanto, pero la vuelta a casa siempre es mejor con una alegría a cuestas. Y eso es lo que pretende Melani (@Melani_Costa) en el próximo Mundial de Barcelona. Su trayectoria está en clara línea ascendente, no deja de mejorar gracias a su trabajo, y lo sabe. Quiere demostrarlo en Barcelona. Luego, 19 centésimas pueden ser la diferencia entre la exaltación y la desdicha. Pero esta vez toca cara. Seguro.
* Tolo Leal es periodista y editor del diario “Som Balears”.
– Fotos: EFE
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