"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
El Natsu Basho 2015, celebrado en Tokio, y tercera de las seis citas de la temporada, ha sido uno de los mejores torneos de los últimos tiempos. Acabado el sexto día ya no quedaban invictos (no ocurría desde el Kyushu de noviembre de 2010) y hasta ocho luchadores llegaron a la última jornada de competición con opciones de título, algo que no se veía desde enero de 1972 en el Hatsu Basho. Y el que se lo llevó fue un novato en esto de levantar copas, el mongol Gantulga Ganerdene, Terunofuji como nombre de combate, que hacía su octava presencia en Makuuchi, la máxima división.
Las derrotas de Hakuho
El mejor luchador de sumo de la actualidad, y probablemente de la historia, buscaba su 35º título y el séptimo consecutivo, lo que solo había hecho Asashoryu en 2005 y el propio Hakuho en 2011, pero empezó con una derrota y acabó con perdiendo tres de los cuatro últimos combates.
En el primer día, Hakuho perdió ante el mongol Ichinojo, que a sus 22 años ya ha sido capaz de derrotar a los tres Yokozuna (Hakuho, Harumafuji y Kakuryu).
Hakuho perdió el título por las derrotas en los dos últimos días ante Kisenosato y Harumafuji. Es la séptima vez, sexta como Yokozuna, que Hakuho pierde los dos últimos combates del torneo. Y la primera que le ocurre en el Natsu Basho.
La sorpresa brasileña
Las derrotas de los Yokozuna abrieron el torneo, y uno de los invitados inesperados a la lucha por el título fue el brasileño Ricardo Sugano, Kaisei como nombre de combate. Kaisei, que debutó en la máxima categoría en el Natsu de 2011, ganó diez de sus once primeros combates, pero cuatro derrotas en los cuatro últimos días le relegaron a la quinta plaza final.
Fue la segunda vez que Kaisei comenzaba un torneo con cinco victorias, tras hacerlo en Nagoya 2013, y la cuarta vez que lo terminaba con diez triunfos. El brasileño desaprovechó una oportunidad única porque no se tuvo que enfrentar a ninguno de los dos Yokozuna y solo combatió ante un Ozeki (el segundo mayor rango).
El ilustre veterano
Otro mongol, aunque nacionalizado japonés, Kyokutenho, sigue batiendo récords de longevidad. A sus 40 años y 8 meses sumó más victorias que derrotas (8-7) y logró su 924º triunfo como profesional (quinto puesto del ranking histórico, aunque en breve será superado por Hakuho) y el 694º en la máxima categoría (octavo puesto histórico).
La maldición japonesa
El sumo ha estado invadido por mongoles en la última década y eso está impidiendo títulos de luchadores locales. En este Natsu Basho el mejor fue el Ozeki Kisenosato, con 11 victorias, a una del campeón, por lo que llevamos 55 torneos consecutivos sin ver un campeón japonés, desde el Hatsu 2006 que consiguió Tochiazuma II.
El campeón
Hay que destacar muchos datos del flamente campeón, como por ejemplo que se hizo con el título tras perder el primer combate, lo que no ocurría desde el Natsu 2012 cuando Kyokutenho, con 37 años, también logró así su primer título.
Otro factor destacado es su edad. A sus 23 años y 176 días Terunofuji es el campeón más joven desde que Hakuho lograra su séptimo título en el Nagoya 2008 con 23 años y 138 días.
El rango de Terunofuji también es reseñable porque es Sekiwake, el tercero en importancia. Nadie salía campeón siendo Sekiwake desde el Hatsu 2000, cuando ganó el japonés Musoyama (aunque es obligatorio mencionar que Kyokutenho era Maegashira, un rango inferior a Sekiwake, cuando ganó el Natsu 2012).
Y por último hay que decir que Terunofuji no necesitó ganar a ningún Yokozuna para hacerse con el título, lo que no conseguía un luchador de un rango inferior desde Kyokutenho en el Natsu 2012, cuando ni siquiera se enfrentó al único Yokozuna de entonces, Hakuho.
Y además…
Un cambio de neumáticos innecesario cuando salió el coche de seguridad a 15 vueltas del final dejó sin una victoria casi segura a Lewis Hamilton, que quedó relegado al tercer puesto, pero mantiene el liderato del mundial. Y de Mónaco salió victorioso, por tercer año seguido, Nico Rosberg, el primer piloto que vence en tres años consecutivos en el circuito monegasco desde Ayrton Senna, con cinco seguidos entre 1989 y 1993.
Triplete de Volkswagen en la quinta prueba del campeonato celebrada en Portugal sobre tierra. Jari Matti Latvala consiguió la victoria, la primera de un finlandés en Portugal desde 2001, cuando venció Tommi Mäkinen. El líder del mundial, Ogier, acabó segundo y completó el triplete Andreas Mikkelsen.
Todo el podio estuvo en medio minuto, algo que solo había ocurrido en Portugal en 1999, cuando el primero y el tercero estuvieron separados por 16 segundos y medio.
Ámsterdam cerró la tercera temporada de las Series Mundiales femeninas, donde Nueva Zelanda volvió a ganar la general final como en 2013 y 2014. Junto a las All Blacks también se ganaron la plaza olímpica Canadá, Australia y Gran Bretaña gracias a la actuación de Inglaterra.
El título de Nueva Zelanda tuvo un sabor agrio porque en este último torneo sufrió la peor derrota de su historia, –5-34 ante Estados Unidos en cuartos de final–, lo que provocó su peor actuación en un torneo, el quinto puesto.
Sin Nueva Zelanda por el camino, Canadá ganó a Francia, Estados Unidos y Australia en las eliminatorias para conseguir el primer título de su historia en Series Mundiales.
Prueba inaugural en Novo Mesto y victoria del ídolo local Jaroslav Kulhavý en la carrera masculina, la segunda vez que un checo vence en su país (el propio Kulhavý logró la victoria en esta misma prueba en 2011).
En la carrera femenina se impuso la campeona de la pasada temporada, la suiza Jolanda Neff, la primera ciclista que empieza con triunfo su defensa del título desde Gunn Rita Dahle en 2006.
La Eurocopa sub-17 recuperó la competición de 16 equipos, disputada por última vez en 2002, y Francia, arrasando a Alemania en la final, logró su segundo título en la categoría tras el de 2004 con la generación de Benzema, Nasri, Ben Arfa o Menez. Acompañarán a Francia en el Mundial sub-17 de Chile de final de año en representación de Europa Alemania, Rusia, Bélgica, Croacia e Inglaterra.
Francia destacó en defensa y en ataque. Luca Zidane mantuvo su puerta a cero en los cuatro primeros partidos, algo que Francia no conseguía en el torneo desde 2001 (los cinco primeros: tres en grupos, cuartos y semifinales), y Odsonne Edouard marcó ocho goles en el torneo –record histórico en una fase final sub-17–, incluyendo el primer hat-trick visto en la historia de la gran final del campeonato.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Kyodo
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