"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
29 de octubre, sábado. El Milan regresa de jugar en Roma, tras vencer por 2-3 a la Roma en el Estadio Olímpico, en la décima jornada del campeonato. Antonio Cassano, que alterna titularidades y suplencias desde el principio de temporada, ha jugado los últimos 17 minutos del encuentro.
A la llegada del equipo al aeropuerto de Malpensa (Milan), Cassano se sintió mal y tuvo problemas para moverse y hablar. Fue trasladado de urgencia al hospital Policlínico de Milán para realizarle diversas pruebas neurológicas y cardiológicas. El jefe de los servicios médicos del club, doctor Rodolfo Tavana, declaró que había que esperar el resultado de las pruebas para pronunciarse sobre lo que podía suceder al jugador.
ICTUS ISQUEMICO
Tras numerosas pruebas, el diagnóstico fue un ictus isquémico (pequeño derrame cerebral) a causa de una malformación en su corazón, que le provocó un problema cerebral al impedir el flujo correcto de sangre. El 4 de noviembre era operado por el cardiólogo especialista del Policlínico de San Donato, doctor Mario Carminati. La intervención fue un éxito, pero faltaba conocer su recuperación de la intervención para iniciar la vida normal y esperar si los médicos autorizaban su vuelta al fútbol profesional.
Pues bien, esta tarde, en el minuto 80 del partido entre Milan y Fiorentina, correspondiente a la jornada 31 de la Serie A en San Siro, sólo cinco meses después, Antonio Cassano ha vuelto a los terrenos de juego sustituyendo a Zambrotta, en un partido que el Milan ha perdido por 1-2, pero que en este caso es lo de menos. El triunfo para el Milan y para el fútbol es la vuelta de Antonio Cassano a un terreno de juego.
Esto debe servir como esperanza y objetivo para todos los deportistas profesionales y para todas las personas a las que les suceda algo parecido. Sin entrar en terminología médica, tras varios casos relacionados con problemas cardíacos y un desenlace terrible, como el del camerunés Marc-Vivien Foe en el año 2003, el húngaro Miklos Feher en el año 2004, Antonio Puerta en el año 2007 o Dani Jarque en el año 2009, fallecidos por problemas dispares en su corazón. Otros casos más cercanos son más positivos.
El del jugador del Salamanca, Miguel Pérez, que cayó desplomado en el Helmántico durante el transcurso de un Salamanca-Betis en el año 2010; el de Rubén de la Red, que tuvo un problema en el año 2008, en un Real Unión-Real Madrid de Copa; o el más reciente del jugador del Bolton, Fabrice Muamba, que también cayó desplomado en un Bolton-Tottenham de la F.A.Cup, se han resuelto de forma positiva. Los tres salvaron la vida, aunque no hayan vuelto jugar al fútbol en el caso de los dos primeros y en el de Muamba está por ver. Sí pueden hacer vida normal.
Sin embargo, Sergio Sánchez, en la actualidad en las filas del Málaga, y ahora Antonio Cassano, tras sendas operaciones, han conseguido volver a jugar al fútbol. En el caso de Cassano, el Instituto de Medicina Deportiva de Milán, formado por una decena de expertos, han dado su visto bueno para que pueda volver a jugar al fútbol profesional.
Por delante le esperan varios años de carrera y quizá llegue a tiempo a la inminente Eurocopa. Hasta su problema cardíaco, Cassano era fijo en los esquemas de Prandelli. El técnico italiano venía jugando arriba con dos segundos punta con mucha movilidad, sin referencia. Cassano ya está recuperado y se confía también en recuperar a Rossi para la cita en Polonia y Ucrania de este verano.
Desde aquí celebramos la vuelta de Cassano al fútbol y que el talento que siempre despliega en el terreno de juego, sirva como esperanza para todos los deportistas que les ha sucedido algo similar.
* Alberto López Frau es periodista. En Twitter: @albercampeontv
– Fotos: AP
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