"Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose al enemigo". Sun Tzu
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1.- Durante las últimas semanas sobrevolaba la posibilidad de que Valverde se decidiera a sentar a Aduriz, y por fin se decidió a hacerlo. Su nivel en el 2013 –2 goles en los últimos 23 partidos disputados– está lejos del gran delantero que comenzara la temporada 2012/13 con números asombrosos. Las molestias que venía arrastrando estos últimos días le dieron el último empujón a Valverde para tomar la decisión y probar con Óscar de Marcos como falso nueve. El técnico extremeño incluía además dos cambios respecto al equipo que perdió en Granada: daba entrada al joven Enric Saborit en el lateral izquierdo y colocaba a Muniain en esa misma banda ante la baja de Ibai Gómez.
2.- Djukic continuó con su política de rotaciones en ataque, donde en liga solo la esquiva Pabón. El colombiano ha sido titular en todos los partidos ligueros desde que llegó, pero sus socios en ataque han ido alternándose. Con Javi Fuego y Banega en la medular, Jonas hacía de enlace con Paco Alcácer –que dejaba a Postiga en el banquillo–, quedando las bandas para Pabón y Feghouli. La puesta en escena era clara: el Valencia buscaría el orden ante un Athletic que iba a querer el balón.
3.- El Athletic volcó su ataque sobre la banda derecha, olvidándose de un Muniain inédito durante toda la primera parte. La profundidad la encontraban los leones en la sociedad que formaban Iraola y Susaeta, que sacaban productividad de cada internada por la banda derecha ante un Guardado que, desbordado, pedía a gritos que le arroparan, algo que no sucedería hasta pasado el ecuador de la primera parte, cuando el Valencia descifró el ataque rojiblanco.
4.- Beñat daba buenos apoyos a esta banda derecha que monopolizaba el ataque vasco, y el guante que tiene en su pierna derecha era la mayor amenaza para la zaga valenciana en las jugadas a balón parado. Pero ni él ni Ander Herrera tuvieron demasiado peso en el ataque. Como De Marcos, que desnaturalizado lució mucho menos jugando de espaldas que lo que acostumbra cuando tiene metros por delante, aunque su pundonor en la presión y las caídas a las bandas para la llegada desde la segunda línea le hicieron cerrar una primera parte digna en una posición nueva para él.
5.- Mientras, el Valencia fue de menos a más en esta primera parte. Sus alternativas en ataque eran más amplias. Jonas era capaz de fabricar peligro por sí solo, y de hecho casi lo consigue en una jugada preciosa en la que tras robar la bola a Mikel Rico amagó con ambas piernas y sacó un disparo desde fuera del área con la izquierda que sacó Iraizoz con una gran parada. Cuando el equipo che comenzó a explotar la banda derecha, el partido cambió de dueño. Saborit no podía frenar a Feghouli –que fue creciendo a lo largo del partido–, y en una internada en el área del argelino, Laporte cometió un penalti evitable que transformó Banega golpeando violentamente de empeine. Faltaban tres minutos para el final de la primera parte.
6.- Tras el descanso, Valverde quitó a Ander Herrera –muy poco participativo– para dar entrada a Aduriz, recuperando una referencia más fija en ataque. El Valencia, bien plantado en defensa, no podía estar más cómodo, y primero un disparo de Jonas desde fuera del área que desvió Iraizoz y luego una vaselina fallida de Barragán tras un error de bulto de Saborit en el despeje pudieron apuntillar a un equipo vasco demasiado plano. El Athletic había superado el primer cuarto de hora de la segunda parte sin consecuencias, y eso, por sí solo ya era un triunfo.
7.- Verse vivo hizo espabilar al conjunto rojiblanco, que tuvo el empate en un remate al palo de Muniain. Al minuto, Valverde sacó a Toquero, consciente de que el empuje y la garra podían ser un argumento muy válido al juego previsible que estaban planteando. Y San Mamés revivió. El sustituido fue Muniain, lo que hizo que Susaeta ocupara su banda pasando a jugar a pierna cambiada. El Valencia pasó de tener el partido controlado a recular peligrosamente hasta que a quince minutos del final llegó el empate.
8.- Susaeta centró desde la banda izquierda –su nueva ubicación–, De Marcos ganó el segundo palo y asistió de cabeza a Mikel Rico, que en boca de gol igualó el encuentro. El centrocampista vizcaíno había sido el mejor jugador de su equipo durante todo el partido, corrigiendo posiciones, arropando a los centrales –que antes del descanso ya tenían tarjeta amarilla– y haciendo de coche escoba de un Beñat muy limitado en tareas defensivas.
y 9.- El Athletic siguió acometiendo el marco de Guaita y tuvo opciones incluso de llevarse tres puntos que quizá hubieran supuesto demasiado botín para lo visto en el campo. El conjunto de Djukic dejó una sensación de equipo compacto, con margen de mejora pero al que se le adivina una solidez muy interesante en un futuro a medio plazo. El Athletic, sin embargo, no disipó ninguna duda. San Mamés tiene esa magia que escapa a razones futbolísticas y aportó un punto que sirve para ganar tiempo en la búsqueda de una inspiración más continuada en un patrón de juego que no acaba de cristalizar.
* Alberto Egea.
– Foto: EFE
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