Considerado uno de los mejores futbolistas de la historia de Estados Unidos, es junto al arquero Frank Borghi el único superviviente del equipo norteamericano que derrotó a Inglaterra en el famoso choque del Mundial de 1950. Nacido el 1 de abril de 1927 en Filadelfia, Pensilvania (Estados Unidos), fue un centrocampista corpulento, de gran fuerza, llegada al área contraria y buena técnica con el balón en los pies.
A los 11 años empezó en su barrio a dar las primeras patadas a un balón en un país donde predominaban otros deportes como el fútbol americano, el béisbol o el baloncesto. Su primer equipo fue el Lighthouse Soccer Club hasta que en 1943 firmó por el club más importante de su localidad natal, los Philadelphia Nationals.
Aunque practicó el fútbol de forma profesional en la década de los 50, los salarios no eran muy elevados, lo que hizo que también trabajase como profesor de educación física en un instituto de la ciudad de Pensilvania. Los Nationals, equipo en el que también militaban otros jugadores importantes norteamericanos como Benny McLaughlin, Walter Stein, Ed McIlvenny (con el que formaba un gran mediocampo también en la selección) o Nick Kropfelder, dominaron durante varios años la ASL.
Los primeros tres títulos llegaron de manera consecutiva entre 1949 y 1951. Ni los New York Americans ni el Kearny Celtic, en 1950 y 1951, pudieron arrebatarles la hegemonía en el fútbol estadounidense. El cuarto y último de Bahr con los Nationals se produjo en 1953, cuando superaron en la tabla a Newark Portuguese, un club de Nueva Jersey. En la copa alcanzaron en dos ocasiones la final, años 1949 y 1952, pero en ambas fueron derrotados por Morgan SC y Pittsburgh Harmaville respectivamente.
Con 28 años, Bahr dio por finalizada su relación con los Nationals y se marchó a jugar a los Uhrik Truckers, equipo también de Filadelfia. Solo permaneció la campaña 1955-1956 en la institución, pero le dio tiempo a levantar un nuevo título de la ASL, el noveno para la entidad en su historia.
Posteriormente jugó con los Philadelphia United German-Hungarians, un club social fundado en 1910 para que sus miembros realizasen actividades deportivas y culturales. Allí colgó las botas poco antes de que diese comienzo la década de los 60.
Con la selección estadounidense fue internacional en 19 ocasiones y marcó un gol. Estados Unidos acudió a los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 y Bahr estuvo incluido en la lista proporcionada por el técnico Walter Giesler. Sin embargo, la aventura no duró mucho puesto que Italia les barrió en primera ronda por 9-0. En aquel equipo, además de Bahr, ya figuraban algunos de los protagonistas del Mundial de Brasil como Ed Souza, John Souza, Charlie Colombo, Gino Pariani o Robert Annis.
En 1949 se celebró el Campeonato de la NAFC, valedero como fase de clasificación para la Copa del Mundo de 1950 en la que tuvieron como rivales a Cuba y México. El medio de Filadelfia disputó los cuatro encuentros y marcó en la importante victoria ante Cuba por 5-2. Los mexicanos, liderados por Luis de la Fuente y Horacio Casarín, comandaron la clasificación y obtuvieron el pase junto al cuadro estadounidense, que sumó tres puntos.
El sorteo les deparó unos contrincantes muy duros, con España e Inglaterra a la cabeza, además de Chile. Debutaron ante los españoles en Curitiba y estuvieron cerca de dar la sorpresa. Vencían por 0-1, pero en los últimos minutos España remontó. En la segunda jornada se vieron las caras con Inglaterra. Los ingleses participaban por primera vez en un Mundial y tenían en el plantel varias figuras de gran nivel. Los estadounidenses, por su parte, eran jugadores amateurs, pero 90 minutos más tarde serían protagonistas de una de las más increíbles sorpresas de la Copa del Mundo.
Bahr formó en el once con Borghi, Keough, Colombo, Maca, McIlvenny, Wallace, John Souza, Gaetjens, Pariani y Ed Souza y fue fundamental en el triunfo. Un pase suyo lo aprovechó Gaetjens para superar al meta Williams y situar el 0-1 en el minuto 38. Los ingleses se volcaron sobre la puerta de Borghi, pero fueron incapaces de batirle. Estados Unidos ganó por la mínima y contaba con opciones de pasar a la siguiente fase. Se lo jugó con Chile en Recife, pero el cansancio del choque ante los ingleses fue una losa y acabaron cayendo con claridad por 5-2.
Los siguientes duelos en los que Bahr jugó con la selección tuvieron lugar en 1954. El objetivo era conseguir un billete para el Mundial de Suiza en pugna con Haití y México. Muy superiores a los caribeños, de nuevo el cuadro mexicano les doblegó en los dos enfrentamientos y no consiguieron repetir cita mundialista.
Bahr jugó un año más tarde en un amistoso contra Islandia y en 1957 se despidió del equipo nacional tras un choque de clasificación para el Mundial de Suecia en el que Estados Unidos sucumbió por 2-7 ante México en Los Ángeles.
Posteriormente tuvo en su país una larga carrera como entrenador. Entre finales de la década de los 50 y los años 60 se sentó en el banquillo de los Philadelphia Spartans y los Philadelphia Ukrainians de la American Soccer League (ASL). Luego dirigió al equipo del Frankford High School y en 1970 se mudó a Tampa para tomar las riendas del Temple Owls. Su última experiencia duró catorce temporadas en Penn State, al que clasificó en doce ocasiones para el torneo de la NCAA. En 1979 fue elegido mejor entrenador y en 1988 dejó su labor como míster. Siete años más tarde vio premiado su gran trabajo al entrar en el Salón de la Fama de los entrenadores estadounidenses.
Tiene tres hijos y dos de ellos, Chris y Matt, jugaron al fútbol americano y fueron campeones en dos ocasiones de la Super Bowl. En la actualidad reside en Boalsburg, Pensilvania.
* Alberto Cosín.
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