Liga BBVA 2013-2014 / España / Fútbol / Crónicas 2013-2014
1.- Como el estudiante que debe preparar un examen sabiendo que ya no le da tiempo de aprobarlo y que el próximo curso va a abandonar esos estudios. Como el trabajador que ha de continuar con proyectos inviables una vez le han anunciado su despido inminente. Como el jefe que ha de seguir mandando pese a saber que, cuando vuelva a haber objetivos importantes y alcanzables que cumplir, otro ocupará su cargo. Como los empleados que en teoría han de seguirle.
2.- Esa era la situación del Barça ayer. Competir una liga fácticamente imposible con gente que se sabe más fuera que dentro. Perdido el rumbo hace ya tiempo, ahora también sin objetivo. A la deriva.
3.- No obstante, las reminiscencias del modelo de juego que les encumbró, así como muchos de sus intérpretes, hacen que no sea un equipo totalmente descompuesto. Que sepa llegar a la frontal del área rival o que esos pulpos llamados Busquets, Bartra y Mascherano eviten una sangría al contraataque.
4.- Sin embargo, no son más que eso: reminiscencias. Los que protagonizaron el ataque estático más brillante, quizá, de siempre ahora se dedican a colgar centros al área con la esperanza de que alguno de los atacantes de 1,70 los rematen. Quienes tuvieron una de las mejores transiciones defensivas jamás vistas, ahora no saben ni cómo tener el balón para facilitarla ni ponen siempre toda la intensidad necesaria para afrontarla.
5.- No obstante, todos estos son factores secundarios. Si alguna lección nos ha dado esta temporada es que por encima de todo están las mentes. No solo Simeone con su Atlético, también Ancelotti con su Real Madrid. Y esa es la clave para el futuro: que la plantilla del Barça, sea la que sea, crea en su entrenador, en sí misma, anhele los objetivos y trabaje en equipo para lograrlos.
6.- Evidentemente, el Getafe también tuvo su cuota de mérito en lo sucedido. Aunque tácticamente distó de mostrar ninguna maravilla, sus jugadores sí que evidenciaron lo que se jugaban y pelearon juntos, hasta el final, para sacar algo positivo del Camp Nou. Eso y que jugaba Lafita, o Mr. Salvación, como prefieran.
y 7.- Habiendo quedado en evidencia que este es un equipo a la deriva y que, con capitán y tripulantes interinos, es imposible enderezar su rumbo a estas alturas, bien estaría que jóvenes como Montoya o Sergi Roberto insuflaran la ilusión y energía del novel para, al menos, cambiar la imagen en los próximos partidos. Porque, a la deriva o no, seguirán defendiendo los colores del F. C. Barcelona, y el prestigio no se regala.
* Rafael León Alemany.
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