"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Uno de los protagonistas del periodo dorado que vivió el Benfica desde mediados de los 50 hasta finales de los 60. Su palmarés es extensísimo figurando entre otros trofeos dos Copas de Europa, ocho ligas o cinco Taças de Portugal. La gran espina clavada a lo largo de su carrera fue no acudir a ningún mundial de fútbol con el equipo nacional. Nacido el 22 de diciembre de 1929 en Nacala (Mozambique), fue un guardameta espigado, ágil, con grandes reflejos y muy valiente. Si tenía el día era una odisea lograr batirle, pero sus grandes actuaciones las combinaba con errores garrafales que costaban goles a su equipo.
Empezó a jugar en las filas del Ferroviario de Lourenço Marques mozambiqueño hasta que con 24 años un ojeador del Benfica lo llevó a Lisboa para fichar por el conjunto encarnado. Pronto se hizo con el puesto y en su segunda temporada en el club estrenó su brillante palmarés. El Benfica consiguió un gran doblete de liga y copa tras superar a Os Belenenses por mejor diferencia de goles en el torneo doméstico y derrotar por 2-1 al Sporting en la final de la Taça.
En 1956 hubo sequía de éxitos en la institución lisboeta pero en 1957 recuperaron la senda de triunfos con otro doblete. En esta ocasión dejaron al Oporto a un punto en la Liga mientras que en la Taça doblegaron al Sporting da Covilha por 3-1 en la final celebrada en el Estadio Nacional. El cuadro benfiquista dirigido entonces por Otto Glória estaba formando un plantel extraordinario en el que ya figuraban hombres claves de presente y futuro como Ángelo Martins, Cavém, Coluna o José Aguas.
Las dos siguientes temporadas no pudieron revalidar el título liguero tras quedar por detrás de Sporting y Oporto y el único triunfo que llegó a las vitrinas de la entidad fue la Taça de 1959. Costa Pereira no jugó la final pero el Benfica se impuso por la mínima al Oporto con un solitario gol de Cavém en el primer minuto.
Con el inicio de la década de los 60 llegaron al primer equipo futbolistas como Simoes, José Augusto, Germano o Eusebio, que dieron un salto cualitativo a la escuadra. Lograron la supremacía en su país con la obtención de dos ligas de forma consecutiva en 1960 y 1961 y lo redondearon proclamándose campeones de Europa en 1961 y 1962. En la primera dejaron en el camino al Hearts escocés, el Ujpest Dozsa húngaro, el Aarhus danés y el Rapid de Viena austriaco, para llegar a la gran final. En ella se vieron las caras con el temible F. C. Barcelona de Ramallets, Kubala, Kocsis, Czibor, Luis Suárez o Garay. Los postes y la fortuna se aliaron del lado de los benfiquistas, que acabaron venciendo por 3-2 y levantando el trofeo. El entonces entrenador Béla Guttmann alineó aquella tarde a Costa Pereira, Mario Joao, Germano, Angelo Martins, José Neto, Fernando Cruz, José Augusto, Santana, José Aguas, Coluna y Cavém.
En la segunda continuaron siendo inabordables para el resto de conjuntos europeos, deshaciéndose consecutivamente del Austria de Viena, Núremberg y Tottenham Hotspur en su camino hacia la final en Ámsterdam. Eusebio ya se había hecho con la titularidad y era uno de los mejores futbolistas del continente. Su contrincante por el título fue otro equipo español repleto de leyendas, el Real Madrid de Puskas, Gento, Di Stéfano, Santamaría o Del Sol. El duelo empezó mal y Puskas batió en apenas cinco minutos en dos ocasiones a Costa Pereira. José Aguas y Cavem pusieron la igualada, pero Puskas dio ventaja al Real Madrid antes del descanso. En la segunda parte, los pupilos de Guttmann fueron un ciclón y en veinte minutos marcaron tres goles, con los que ganarían el partido por 5-3, reteniendo el trofeo de campeones europeos. La formación para la historia del club encarnado la integraron Costa Pereira, Mario Joao, Germano, Angelo Martins, Cavém, Fernando Cruz, José Augusto, Eusebio, José Aguas, Coluna y Simoes. Además, los dos entorchados continentales les permitió disputar el trono de mejor equipo del mundo, pero en ambas ocasiones cayeron derrotados: por Peñarol en 1961 y por el Santos de Pelé en 1962.
La salida del técnico Guttmann y su maldición les impidió volver a reinar en el continente, aunque en su país siguieron coleccionando trofeos. Ganaron la Taça en 1962 y 1964 a Vitoria Setubal y Oporto y conquistaron la liga en tres cursos consecutivos (1962-1963, 1963-1964, 1964-1965). También perdieron dos finales de Copa de Europa: en 1963 por 2-1 contra el Milán en Wembley y en 1965 por 1-0 ante el Inter, tras un fallo estrepitoso de Costa Pereira en un tiro de Jair.
La última campaña del guardameta de Nacala en activo fue la de 1966-1967, marchándose con un gran sabor de boca después de obtener la liga al aventajar el Benfica en la tabla en tres puntos al Académica y en cuatro al Oporto. Costa Pereira colgó las botas con 38 años después de disputar más de 250 partidos en 12 campañas con las Águilas.
Con la selección portuguesa fue internacional durante una década, jugando un total de 22 partidos. Debutó en un amistoso ante Inglaterra el 22 de mayo de 1955. Fue un encuentro histórico celebrado en Das Antas, puesto que derrotaron por primera vez en la historia a los ingleses por 3-1. José Aguas Matateu, Travassos, Passos o Pedroto fueron algunos de los jugadores que lograron la machada en aquel duelo junto al guardameta mozambiqueño.
A partir de entonces, Pereira se hizo con el puesto en la portería y fue fijo los siguientes encuentros, todos de carácter amistoso, disputados ante Suecia, Turquía, España y Hungría. Sin embargo, la llegada al cargo de José Maria Antunes le relegó a un segundo plano y estuvo tres años y medio sin acudir a una convocatoria (1956-1959). Volvió para un partido contra Francia en Colombes que Portugal perdió por 5-3 y no se enfundó la camiseta del equipo nacional de nuevo hasta 1961.
Armando Ferreira era el nuevo seleccionador y decidió contar con él para la fase de clasificación del Mundial de Chile 1962. Portugal se jugó un billete con Inglaterra y Luxemburgo, pero finalmente no pudo obtenerlo. Pereira disputó los cuatro encuentros, en los que Portugal ganó por 6-0 en casa frente a Luxemburgo, empató a uno con Inglaterra en Lisboa,y cayó en la visita a tierras luxemburguesas por 4-2 y a Wembley por 2-0.
Antes del mundial perdieron con Brasil por la mínima en dos duelos preparatorios, y unos meses más tarde iniciaron el camino para la Eurocopa de 1964. El sorteo les deparó como rival la Bulgaria de Asparuhov, Kolen o Yakimov, un conjunto en alza. En la ida cayeron por 3-1 y en la vuelta el resultado fue idéntico a favor de los portugueses. Por ello tuvo que celebrarse un partido de desempate con sede en Roma. Allí, la estrella búlgara Asparuhov batió a Costa Pereira y el equipo portugués resultó eliminado en su intento por llegar a la fase final de la Eurocopa.
Los últimos duelos de Costa Pereira con Portugal fueron tres amistosos contra enormes adversarios: Brasil, Inglaterra y España. Y un choque de la clasificación para el Mundial de Inglaterra 1966, consiguiendo la victoria ante la verdeamarela y el equipo español, sucumbiendo contra los ingleses y aplastando a Turquía por 5-1 en partido correspondiente al Grupo 4 de la calificación europea.
Para la Copa del Mundo, el técnico Otto Glória se llevó a los cancerberos Américo (Oporto), Carvalho (Sporting) y José Pereira (Os Belenenses), que le dejaron sin hueco en la lista. Su sueño de asistir a la competición futbolística más importante se le escapó para siempre.
El Benfica le realizó un partido homenaje el 10 de octubre de 1967 en el que se enfrentaron al Real Madrid, finalizando el choque con empate a dos tantos. Falleció en Lisboa el 25 de octubre de 1990 a los 60 años.
* Alberto Cosín.
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