"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
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1.- Para que exista una diferencia tan grande en el marcador entre dos equipos del nivel de Bayern y Real Madrid es necesario que a uno le salga todo bien y al otro prácticamente nada. Eso sucedió esta noche sobre el césped del Allianz Arena para que el Madrid consiguiese un 0-4 que permanecerá para siempre en la historia del club. Ninguna generación de aficionados al fútbol hubiera imaginado nunca una victoria de este calibre del Real Madrid en Alemania, y quizá menos aún ante su eterno rival europeo, el Bayern.
2.- Todas las virtudes que adornan el juego del Real Madrid en su mejor versión afloraron en Múnich. La primera de todas fue su potencia en el juego aéreo en ambas áreas, personalizada en Pepe y Sergio Ramos. Ganaron todos los balones del espacio aéreo de la capital de Baviera. El Madrid golpeó a balón parado cuando se cumplía el primer cuarto de hora de partido. Ramos emergió como un toro para rematar un gran córner sacado por Luka Modric y batir a Neuer. Para el Madrid, adelantarse en el marcador era el escenario soñado.
3.- Aunque la jugada que le puso por delante fue a balón parado, el Madrid ya había comenzado muy bien el partido en el juego. Ancelotti mantuvo el sistema 4-4-2 que tan buen resultado le dio en la ida. Entró Bale en la alineación por Isco. El galés se colocó en la banda derecha y en la primera jugada ya se vio clara su intención de colaborar en defensa cuando persiguió a Ribéry hasta su propia línea de fondo. Di María se colocó en banda izquierda dejando arriba a Cristiano Ronaldo junto a Karim Benzema.
4.- El Bayern optó por un sistema 4-2-3-1 con Schweinsteiger y Kross como mediocentros, algo lentos para dar fluidez al juego, pero con mucha precisión para pasar el balón. Lahm fue lateral derecho, con una doble intención: doblar a Robben y apoyar por dentro a sus medios. La entrada de Müller por detrás de Mandzukic estaba destinada a intentar agitar permanentemente las acciones ofensivas de su equipo por dentro. Nada de lo planeado surtió efecto porque el Madrid neutralizó cualquier opción con unos primeros veinte minutos casi perfectos presionando mucho más arriba de lo que lo hizo en el partido de ida.
5.- Una falta lateral que botó cerrada Di María la ganó Pepe en el palo corto y su toque de cabeza hacia atrás encontró de nuevo a Ramos, que se tiró en plancha para batir de nuevo a Neuer. El Madrid ganaba 0-2 a los veinte minutos de partido. El Bayern vivía inmerso en la angustia. Comenzó el partido ansioso, más preocupado en pelearse que en jugar. Como si el discurso de Rummenigge sobre el fuego hubiera calado más que la idea de centrarse en ser un rival más profundo y certero de lo que lo fue hace una semana.
6.- La segunda de las grandes virtudes del Madrid no tardó en aparecer. Pasada la media hora llegó su capacidad para golpear al contragolpe. Bale arrancó la jugada en área propia tocando hacia Di María, el argentino buscó en largo a Benzema; Karim aplicó su pausa mágica para dejar a Bale en carrera con Dante, el galés ganó la partida y sirvió a Cristiano el tanto en bandeja. La eliminatoria que ha hecho Benzema, su vísteme despacio que tengo prisa, ha sido memorable. Otra vez el Madrid había diseñado un gol a la contra para enseñar en el resumen navideño de las imágenes del año.
7.- El Bayern no encontraba el camino. Cuando ganaba los costados, Carvajal y Coentrao se imponían a Ribery y Robben una y otra vez. En la zona ancha, Luka Modric era dueño y señor, desplegando su capacidad para distribuir el balón y hacer jugar a sus compañeros. Como la felicidad nunca pude ser completa, Xabi Alonso midió mal yendo al suelo con 0-3 ante Schweinsteiger, viendo un tarjeta amarilla que le impedirá jugar la final de Lisboa.
8.- El Bayern movió fichas de inicio en el segundo acto: entró Javi Martínez por Mandzukic para jugar en mediocampo junto a Toni Kross. Schweinsteiger se alejó de la zona de creación para acercarse a la frontal del área y el Bayern comenzó a jugar más cerca de Casillas, con Müller como jugador más adelantado. Lahm llegaba más a menudo por la derecha y el conjunto bávaro dominaba más, pero sin materializar sus acercamientos. Minutos más tarde entraron Götze y Pizarro por el desdibujado Ribéry y el hastiado Müller.
9.- Con el paso de los minutos, la losa del marcador fue restando más vigor aún al Bayern. El Madrid fue refrescando el equipo sin modificar el sistema. Varane entró por el majestuoso Sergio Ramos para prevenir otra amarilla que le habría privado de jugar la final. Más tarde entró Isco por Benzema y finalmente Casemiro por Di María. El Madrid se desplegaba una y otra vez con mucha sensación de peligro. Mención especial para Ancelotti que recuperó para la causa en su día a dos jugadores clave en este momento como Di María y Coentrao, manejando situaciones disciplinarias con una mano izquierda admirable.
10.- El Bayern no encontró en ningún momento su juego de distracción por dentro y vértigo por fuera. Tampoco utilizó el recurso del juego directo con algún pase en diagonal de Dante hacia las bandas buscando sorprender a la espalda de los laterales, algo que tantas veces ha hecho durante la temporada en la Bundesliga. Cristiano anotó el 0-4 en un lanzamiento de falta que sorprendió a Neuer, aprovechando que los jugadores de la barrera suelen saltar en ese tipo de acciones.
11.- El Madrid superó al Bayern en todo de principio al fin, lo que no debe restar mérito al excepcional trabajo de Guardiola en su primer año, no lo olvidemos, al frente del banquillo del Bayern. Lo que más sorprendió fue que el Bayern realizó menos variaciones en su estilo para buscar darle la vuelta a las circunstancias de ls que ha hecho en muchos partidos del curso en la Bundesliga.
y 12.- El Madrid volverá a una final de Champions doce años después. Tras jugar tres semifinales consecutivas, a la cuarta encontró el premio. Conviene tener perspectiva en el análisis. El gran mérito del Madrid es estar cuatro veces en semifinales de una forma consecutiva. En este nivel y con esta igualdad, ese el éxito, poder pelear por los títulos. Después solo puede ganar uno.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Kerstin Joensson (AP)
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