"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
Formativo / Defensas / Perfiles
Lateral derecho de los modernos, al estilo Maicon. Con físico esbelto, figura erguida y paso firme tanto en ataque como en defensa. Se trata de uno de los juveniles españoles con más proyección hacia la elite. Debutó el pasado mes de diciembre en el fútbol profesional ante el Albacete, en el Carlos Belmonte, en el partido de ida de los 1/16 de final de la Copa del Rey. El tiempo dirá si el temple de sus centros y los caballos de potencia que tienen como motor sus piernas se convierten en realidad o son una ensoñación juvenil.
FICHA TÉCNICA
• Nombre completo: Javier Manquillo Gaitán
• Nombre futbolístico: MANQUILLO
• Fecha de nacimiento: 05/05/1994
• Nacionalidad: Española
• Peso: 76 kg
• Altura: 1’80 m
• Club: Atlético de Madrid
• Campeonato: Juvenil División de Honor Grupo 5
PERFIL FUTBOLÍSTICO
• Ámbito físico
Fibroso y alto. Tan atlético que su cuerpo no parece el de un futbolista de 17 años: cumplirá la mayoría de edad en mayo. En cada partido pone al límite su capacidad anaeróbica. Lleno de cambios de ritmo, vértigo y pausa, convierte la banda derecha en un carril para su velocidad punta.
Por su biotipo se le puede considerar un lateral al estilo moderno. Con envergadura y talla para combatir cuerpo a cuerpo o acudir al juego aéreo. Fuelle para desplegarse en ataque y para replegar hacía su posición a la velocidad de la luz, una vez acabada la jugada o perdida la iniciativa.
A lo largo de un partido puede recorrer la distancia entre la defensa y el ataque, unos 80 metros, más de una decena de veces. Potente y enérgico en su forma de correr, arranca a pasos cortos y esprinta a zancadas. Su objetivo es superar la espalda del contrario, llegar a línea de fondo y centrar. Prefiere llegar en carrera que hacer uso de su habilidad.
En ocasiones, lleva al límite su resistencia. Acumula esfuerzos en sus piernas, aunque su cuerpo reserva energías para iniciar un ataque sorpresa o solventar un duelo en defensa, hasta última hora. Con el paso de los minutos pierde presencia en el juego colectivo del equipo, por su desenfreno.
• Ámbito técnico
Solvente en todas sus acciones. Todo lo que emprende, ya sea un pase, un control o un centro, hacen progresar el juego de su equipo. Sus movimientos y su participación van paso a paso. Evita hacer lo que no sabe y se muestra donde puede ser letal. Técnica punta, aquella que responde con eficacia a la máxima exigencia.
En ataque, todo comienza con un buen control. Sí el equipo sale tocando al pie, él se orienta la pelota en ventaja. Sí el equipo sale con un pase largo, los cambios de orientación de Oliver Torres tienen como destino las cabalgadas de Manquillo, que bien amortigua la pelota para asociarse con un compañero o para acomodársela en carrera y seguir su camino hacía la línea de fondo.
Un valor añadido de sus prestaciones futbolísticas es la calidad y precisión de sus centros. Una vez tiene que elegir el destino de la acción de ataque, tiene en mente una condición ‘sine qua non’ del fútbol: que el delantero centro termine la jugada. Temple para medir y tocar después de conducir el balón o esprintar a miles de revoluciones por minuto.
En el 1 vs 1 es más físico y cerebral que habilidoso. Prefiere desbordar más por inercia que por astucia. En carrera puede superar cualquier obstáculo o, al menos, se mide con él. Cuando un rival le obliga a echar el freno de mano recurre al ‘stop and go’, parar y cambiar de ritmo, hasta encontrar ángulo para tirar un centro o llevar a su par a los límites del terreno de juego.
En defensa conoce el oficio. Aunque a veces pise más tiempo territorio rival que campo propio, asume desde el despliegue físico las responsabilidades de su cargo sobre el tablero. Cuando está bien posicionado, parte con ventaja al ver la jugada de cara. Maneja la toma de decisiones entre el despeje y la interceptación para dar continuidad desde la recuperación de la pelota al juego de ataque de su equipo.
En la recuperación del balón acude a sus virtudes físicas tanto en la carga como en la entrada. En su banda siempre anda más cerca de su área que de la rival y cuerpea por el poder del balón cuando no está dominado por nadie. Ágil e invasivo, primero aguanta y luego acecha al contrario que lo encara.
• Ámbito táctico
Con balón, su presencia en el juego de ataque impone un ritmo de juego frenético. Ocupa los espacios libres convirtiéndose, con sus apoyos o desmarques de ruptura, en un punto de fuga para sus mediocentros. Al mover la pelota de un lado a otro, sólo hace falta alzar la cabeza y hacer volar el esférico hacía la banda para que Manquillo acelere hasta convertir la ambición de su equipo en una ocasión de gol.
En defensa, domina un abánico de conceptos que le hacen extraordinario en el 1 vs 1. Dentro de la organización colectiva destaca por su recorrido. Entiende que la mejor defensa es un buen ataque. Por su proyección ofensiva, encorseta a su adversario cambiándose los roles. Convierte al extremo rival en un vigía de sus llegadas al área contraria. Alejándole, de este modo, de su propia portería.
La velocidad y la responsabilidad para correr de vuelta a su posición cada vez que su equipo pierde la iniciativa del juego, cuando él ya se ha incorporado al ataque, es una de sus mayores virtudes. Repliega tan rápido que le da tiempo a afrontar duelos contra el extremo.
Cuando está posicionado en el lateral derecho para defender a su equipo demuestra cuáles son sus aptitudes defensivas: la intuición y la presión. Intuye los pases del equipo rival, demuestra valentía para salir de su demarcación e interceptar la verticalidad del contrario. Encima a su par cuando controla de espaldas y al sentirse encarado aguanta hasta encontrar un resquicio para combatir en el 1 vs 1 en igualdad de condiciones o en franca ventaja, para desposeerle de la pelota.
Sus movimientos y su físico dan lugar a una falsa realidad. En División de Honor su equipo domina los tiempos e imparte justicia con el balón en los pies. La dupla Oliver – Manquillo es un resquicio hacía el gol. Precisión y velocidad se juntan para marcar diferencias. Con el destino del juego en sus botas, las cabalgadas de Manquillo hacen que le requieran más en ataque que en defensa. A veces, en banda recibe la pelota ya parado, cuando su veneno es más letal sí surge de la nada. La capacidad de sorpresa se diluye cuanto más controla su equipo el compás del choque.
De largo recorrido, los mecanismos automatizados por sus compañeros ya no le permiten decidir si está bien o no correr hacía el ataque porque en todas las jugadas los interiores se meten por dentro para que el lateral llegue desde atrás, con la potencia de un tren que jamás descarrila.
Sentirse vital en ataque pone su resistencia al límite porque son muchos los metros que tiene que recorrer cada vez que el partido exige replegarse hacía su posición. La descompensación da lugar a mucho espacio tras de sí. Preocupándose más de lo dañino que pueda ser él incorporándose al ataque que de lo venenoso que puede ser el extremo ganándole la espalda en situación de contragolpe.
Debe:
• Dificultad para gestionar sus esfuerzos. Se muestra tan participativo y protagonista que corre con desenfreno hasta agotar sus energías, perdiendo de este modo frescura y disminuyendo su participación en el juego del equipo con el paso de los minutos.
• Dificultad para gestionar sus subidas. Se siente tan importante en los mecanismos ofensivos que se vuelca en ataque, dejando espacios a su espalda. A veces cuando su equipo inicia acciones de ataque, “está más que aparece”. Es decir recibe el balón ya en estático, cediendo la capacidad de sorpresa característica de los laterales
Haber:
• Eficacia técnica. En defensa, solvente en la recuperación y la anticipación. En ataque, preciso en los centros.
• Proyección ofensiva, un futbolista de largo recorrido. Participativo en el juego de ataque de su equipo sabiendo llegar a la línea de fondo y ganar la espalda del rival.
VALORACIÓN FUTBOLÍSTICA
Javier Manquillo es uno de los futbolistas juveniles con más proyección del panorama nacional. Siendo de segundo año, quedándole un año más de formación, está preparado para retos mayores. Dispone de físico y habilidades tanto técnicas como tácticas suficientes como para afrontar retos mayores.
Eficaz en defensa y vertiginoso en ataque. Necesita una veintena de partidos competitivos y profesionales, ya sea en Segunda B o en Primera División, para adiestrar su fogosidad táctica, adaptarse a las exigencias del guión y leer entrelíneas los entresijos de este juego.
* Miguel Ángel Montoya es Periodista. En Twitter: @Montini3 En la web: zidanesypavonesfc.blogspot.com
– Fotos: Miguel Ángel Montoya
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