Uno de los mejores baluartes defensivos de la historia de Paraguay. Tuvo una extensa y brillante carrera primero en su país en las filas del Club Olimpia y a continuación en el Club Atlético Peñarol uruguayo. Nacido en Asunción (Paraguay) el 5 de abril de 1937, se desempeñaba como líbero o central. Defensa rápido y muy seguro y sólido en el marcaje, destacaba también por su gran personalidad con la que mandaba y ordenaba a la perfección a la zaga. En el panorama futbolístico tuvo el apodo de el Mariscal y el Paragua.
Perteneció a una familia futbolera: su padre Juan Félix fue internacional paraguayo en la década de los 30 y su hermano Juan Carlos fue futbolista del Universidad Católica o el Elche. Comenzó su carrera en las filas del Olimpia. Debutó en el primer equipo y con celeridad se convirtió en uno de los puntales del equipo blanquinegro. Su aterrizaje coincidió además con uno de los periodos más esplendorosos de la entidad.
El cuadro capitalino, que contaba por entonces con futbolistas del nivel de Juan Bautista Aguero, Echagüe, Achucarro, Oscar Aguilera o Arévalo, dominó el fútbol del país durante un lustro. Desde el año 1956 hasta 1960 conquistó el campeonato nacional en cinco ocasiones, sin que clubes como Club Libertad, Cerro Porteño o Sportivo Luqueño pudiesen hacer nada para evitarlo. Poco a poco, Lezcano fue explotando todas sus virtudes hasta ser considerado uno de los mejores defensas sudamericanos de la época. Tras el mundial de Suecia estuvo cerca de ser contratado por el Atlético de Madrid, pero finalmente los colchoneros desestimaron su fichaje.
Además, gracias a los triunfos en Paraguay, el Olimpia participó en la primera edición de la Copa Libertadores en el año 1960. Dejó en el camino a Millonarios en semifinales por un global de 5-1 y alcanzó la final frente a Peñarol. Sin embargo, en la ida, Lezcano fue expulsado tras un lance con Spencer y Olimpia perdió por la mínima. En la vuelta, con el Mariscal sancionado, empató a uno y el título se esfumó.
Lezcano, a pesar de no participar apenas en la final, llamó la atención de la institución aurinegra y en febrero de 1961 firmó por Peñarol. La directiva buscaba un sustituto para William Martínez, mítico defensa charrúa de la década de los 50, y eligió al de Asunción. Allí se juntó con otras rutilantes estrellas de la talla de Luis Maidana, Néstor Gonçalves, Luis Cubilla, Spencer o Juan Joya y coleccionó innumerables títulos. En su primera campaña, aún con Martínez activo, fue un habitual suplente en un curso en el que Peñarol revalidó la Libertadores del año anterior ante Palmeiras y se hizo con el trofeo liguero.
A partir de 1962, el capitán Martínez se marchó a Rampla Juniors y Lezcano entró en escena. El Peñarol continuó consagrándose en Uruguay y el continente logrando tres torneos nacionales en 1962, 1964 y 1965 y un subcampeonato de la Libertadores en 1962. En 1965 volvió a llegar la final de la competición internacional, pero de nuevo se quedó con la miel en los labios al perder con Independiente de Avellaneda. Tuvo que ser en la temporada siguiente cuando reconquistaran la Libertadores. Lezcano disputó toda la fase de grupos, en la que lideraron la liguilla junto a Nacional, y también apareció en la siguiente fase con Universidad Católica y otra vez Nacional como adversarios. Peñarol sumó seis puntos y se clasificó para la final contra River Plate. El técnico, Máspoli, alineó a Lezcano en la zaga junto a Díaz, Pablo Forlán y Gonçalves, aunque se hizo necesario un choque de desempate tras ganar Peñarol en Montevideo y River en el Monumental. El duelo se celebró en Santiago (Chile) y los carboneros se hicieron con el triunfo por 4-2 en la prórroga. La guinda llegó unos meses más tarde, cuando se vengaron del Real Madrid en la Copa Intercontinental. Muy superiores a los blancos, el plantel de los Spencer, Mazurkiewicz, Abbadie, Pedro Rocha y Lezcano consiguió el triunfo por idéntico resultado en el Centenario y el Bernabéu, un 2-0.
La carrera del defensa paraguayo en la capital charrúa prosiguió dos temporadas más, en las que amplió el palmarés con otros dos trofeos ligueros tras superar Peñarol a su eterno adversario Nacional. En 1968, tras siete años muy exitosos Lezcano hizo las maletas y se fue a jugar a Argentina, concretamente a Colón. Allí disputó 70 encuentros y año y medio después regresó al club de sus inicios, Olimpia. Parecía que pondría fin a su trayectoria en el conjunto franjeado, pero en 1971 con 34 años firmó por River Plate de Asunción, donde a finales de año colgaría las botas de manera definitiva.
Con la selección paraguaya fue internacional en 27 ocasiones desde 1957 a 1960. Debutó en la Copa Paz del Chaco ante Bolivia un 9 de junio, choque que se llevó el cuadro paraguayo por 5-2. A partir de ese momento se convirtió en un fijo para Aurelio González y jugó la clasificación para el Mundial de Suecia del siguiente año. En el grupo 3, los paraguayos buscaban un billete con Uruguay y Colombia como rivales. El debut se produjo en El Campín, de donde salieron victoriosos por 2-3. A continuación, Colombia les devolvió la visita y de nuevo se impuso con claridad, alcanzando el liderato del grupo. Restaba enfrentarse al combinado charrúa, liderado por Miguez, Nestor Gonçalves, William Martínez o Borges. En Puerta Sajonia, Paraguay recibió al equipo dirigido por Juan López, al que endosó una goleada histórica. Paraguay desarboló aquel día a La Celeste y venció el encuentro por 5-0, con un hat-trick de Florencio Amarilla. Días más tarde, en Montevideo, los uruguayos les derrotaron por 2-0, pero eso no hizo más que certificar la presencia de Paraguay en la Copa del Mundo.
En los meses precedentes, los paraguayos prepararon el mundial con varios duelos de relevancia. Lezcano, inamovible en la zaga, participó en la victoria por la mínima ante Argentina en Asunción el 20 de abril de 1958 o en los dos encuentros ante Brasil de la Copa Oswaldo Cruz, que se saldarón uno con derrota por 5-1 en Maracaná y el otro con un empate sin goles en Pacaembú. El Paragua entró en la lista de convocados para Suecia y fue titular en los tres choques de la fase de grupos. La fortuna deparó como rivales a Francia, Escocia y Yugoslavia, y pese a la dificultad de los adversarios realizó un gran papel. En el estreno cayó ante la Francia de Fontaine por 7-3, pero en la segunda jornada se rehízo con un fabuloso triunfo contra la Tartan Army por 3-2. En su mano estaba acceder a la siguiente ronda en el choque contra Yugoslavia. El cuadro plavi, con figuras de la talla de Sekularac, Beara o Zebec, fue inabordable, pero Paraguay sacó un empate a tres con un tanto final de Romero. Tuvo que hacer las maletas, pero las sensaciones en tierras escandinavas fueron magníficas.
La siguiente competición internacional a la que acudió Lezcano fue el Campeonato Sudamericano de 1959 en Argentina. El buen rendimiento del mundial hizo viajar a Paraguay con esperanzas a un torneo en el que de nuevo cumplieron con nota. Aurelio González confió en los Cayetano Re, Villalba o Echague y en los dos primeros encuentros Paragoay firmó dos victorias contra Chile y Bolivia. Posteriormente tuvo que enfrentarse a las poderosas Uruguay, Argentina y Brasil, y ahí fue donde Paraguay dijo adiós al título. Perdió los tres encuentros con rotundidad y solo le quedó la opción de finalizar como tercero. Para ello debía ganar a Perú en la última jornada, y así lo hizo. Un 2-1 en el Monumental certificó el tercer lugar para Paraguay, su mejor posición desde el triunfo en 1953.
Unos meses después, aún en el año 1959, se disputó otro Campeonato Sudamericano en Ecuador. Lezcano volvió a disputar todos los partidos, aunque en esta ocasión Paraguay apenas sumó un punto. Ante Brasil y Argentina sufrió a Paulo y Sanfilippo (tres goles cada uno), y también perdió frente a los anfitriones. El único duelo del que no salió derrotado fue contra Uruguay en Guayaquil, donde ambas selecciones empataron a uno.
El zaguero capitalino jugó varios encuentros más con el equipo nacional en 1960, aunque en ninguno de ellos Paraguay se hizo con la victoria. En la Copa Atlántico de 1960, con Lezcano en el campo perdieron ante Brasil, Argentina y Uruguay y en dos amistosos contra Chile se repitió la historia. Se despidió de la selección precisamente contra La Roja en un partido disputado el 21 de diciembre de 1960 en Santiago.
Varios años después de su retirada se instaló en España, donde montó un restaurante junto a su hermano Juan Carlos, jugador del Elche entre 1962 y 1972. Falleció el 6 de febrero de 2012 a la edad de 74 años.
* Alberto Cosín.
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