Bayern Múnich / Fútbol / Alemania
Resulta curioso que Guardiola suela ser nombrado como un estandarte del fútbol romántico y ultraofensivo. Si algo ha demostrado Pep en su carrera como entrenador es que prepara minuciosamente cada detalle de cada partido y no teme tomar medidas conservadoras si piensa que estas lo van a acercar a la victoria. El de Santpedor prioriza la competitividad ante todo. Ejemplos de ello sobran y el más reciente todavía está fresco en nuestras memorias. En el Signal-Iduna-Park, ante la primera noche clave de la temporada, Guardiola realizó ajustes muy profundos que hicieron que su equipo mostrara una cara diametralmente opuesta a la que habíamos visto hasta el momento. El cambio no se quedó ahí. Tras conseguir la victoria y meterse media Bundesliga en el bolsillo, Pep mantuvo el planteamiento en los dos siguientes partidos. El tiempo dirá si el cambio es definitivo, pero sin duda hemos sido testigos del nacimiento del Bayern más conservador de lo que va de la temporada: el Bayern horizontal.
Quizás la decisión más importante de Guardiola en sus primeros 4 meses en Múnich había sido la introducción de falsos laterales. Ya lo hemos explicado varias veces. Cuando el Bayern sacaba el balón desde atrás, Alaba y Rafinha cerraban su posición y se colocaban al lado de Kroos y Schweinsteiger formando una linea de 4 en el centro del campo. La medida le garantizaba a los de Pep contar siempre con una superioridad numérica en el medio, pero también los hacía más vulnerables a las contras. Como al atacar, los laterales se alejaban tanto de la zona que teóricamente tenían que defender, era bastante habitual ver a los rivales atacar sus espaldas con balones largos durante todo el partido. Hace unas semanas, el Hoffenheim llegó incluso a invertir las marcas en el centro del campo para explotar mejor ese punto débil. Cuando defendían, el extremo derecho se centraba para marcar a Schweinsteiger. Así evitaba tener que seguir las rupturas de Alaba y se aseguraba estar mejor posicionado para atacar su espalda cuando su equipo recuperaba el balón. Volland recibió una y otra vez en la zona de 3/4 y fue un constante dolor de cabeza para la defensa bávara. Guardiola tenía un problema: darle esa ventaja al Borussia Dortmund de Klopp podía ser mortal.
Llegó entonces el primer partido clave de la temporada y desde el primer minuto se pudo observar que Rafinha y Alaba habían cambiado totalmente su comportamiento. Los laterales se mantuvieron abiertos durante todo el encuentro, lo cual perjudicó gravemente la salida de balón bávara durante la primera mitad. Con Kroos como única opción de pase en el carril central, el Bayern se veía obligado a enfrentarse al legendario achique lateral del Dortmund y nunca logró instalarse en 3/4 con continuidad. Aún así, el primer objetivo había sido cumplido. Los de Pep habían logrado sobrevivir 45 minutos en el Signal-Iduna-Park sin apenas conceder transiciones, detalle clave si tomamos en cuenta que se enfrentaban al probablemente mejor contragolpe del mundo. Aguantado el primer asalto, tocaba ir a por el partido. Götze ingresó y ocupó la posición de falso 9 activando inmediatamente el carril central con constantes apoyos a la espalda del doble pivote local. Además, Müller y Robben comenzaron a moverse por todo el frente de ataque causándole una infinidad de problemas al maltrecho sistema defensivo del Borussia. El Bayern logró por fin juntarse por dentro y acumuló posesiones larguísimas. Los goles no tardaron en llegar. 0-3 final, 7 puntos de ventaja y título encaminado. Había nacido un sistema.
Visto con perspectiva, el plan de Guardiola en Dortmund tiene más sentido que nunca. La baja de Ribéry lo había privado de su futbolista más profundo y el hecho de no poder reemplazarlo con ningún extremo de formación (Shaqiri sigue lesionado) le restaba sentido al uso de falsos laterales. Con Robben como único regateador sano, el sistema habitual no iba a producir sus réditos habituales ¿Para qué generar 1vs1 en banda si sólo cuento con un futbolista capaz de resolverlos? Por ello tampoco sorprende que Pep haya mantenido el sistema en los encuentros que siguieron al duelo contra el BVB. Tanto en Moscú como en casa contra el Braunschweig, el Bayern pareció jugar con el freno de mano puesto. Enfocándose más en alargar las posesiones lo más posible que en buscar el arco rival. A falta de profundidad, más control. El encuentro contra el colista fue un ejemplo claro de ello.
Guardiola declaró en la previa que el equipo estaba exhausto tras la última seguidilla de partidos y que iban a necesitar la ayuda de todo el Allianz Arena para conseguir los 3 puntos. Esta explicación sirve para entender lo que sucedió durante el encuentro. Si los de Pep habían sido extremadamente cuidadosos con el manejo del balón en Dortmund y en Moscú, contra el Braunschweig el Bayern llevó las precauciones al extremo y mostró el juego más horizontal de la temporada. Götze repitió como falso 9 y Robben y Müller volvieron a tener muchísima incidencia en el carril central. Con los laterales abiertos y los extremos amenazando la espalda de una temerosa defensa, el Bayern generó un espacio en el medio donde sus jugadores podían tocar y tocar sin miedo alguno a perderla. Los apoyos en el centro eran constantes y las posesiones se hicieron interminables. El equipo quería evitar a toda costa el tener que correr hacia atrás y se limitó a hacer combinaciones con muy poco riesgo esperando a que un chispazo individual decidiera el encuentro. Así fue. En dos acciones aisladas Robben decretó el 2-0 final. La política de riesgo cero había dado sus frutos. Para comprobarlo sólo hace falta echar una mirada a las estadísticas del partido: cuando cayó el segundo gol, el Bayern había controlado el 87 % de la posesión, pero sólo había tirado tres veces a puerta. ¿Pases del Braunschweig en el terreno rival hasta ese momento? Dos. Neuer tocó el balón con las manos por primera vez en el minuto 47. Caligiuri, desesperado, había intentado una volea desde 30 metros.
El retorno de Ribéry marcará un punto clave en la evolución del equipo de Guardiola. Recuperada la profundidad, ¿volverá el anterior sistema? La historia nos muestra que en los momentos clave, Pep siempre ha preferido el control al riesgo. El partido contra el Braunschweig recordó mucho a la ida de semifinales de Champions disputada contra el Madrid de Mourinho hace un par de años. Eso sí, vaticinios al margen, la realidad es que el Bayern ha sumado una alternativa extra a una ya impresionante lista de recursos. Guardiola tiene más opciones que nunca. Su equipo asusta.
Javi Martínez como mediocentro: Se hacía difícil ver a Javi jugando como mediocentro en el Bayern de Guardiola. Su limitada capacidad para filtrar pases por el centro lo hacía chocar con la principal idea de juego del equipo por lo que aquí siempre lo imaginamos como central. Error nuestro. En este sistema más conservador su figura jugando por detrás de los dos interiores se hace cada vez más importante. Javi tiene un talento diferencial para dominar las segundas jugadas que lo convierte en un elemento clave para extender hasta lo inimaginable las posesiones de su equipo. El ex-Athletic se pasa todo el partido ganando rechaces y cortando contragolpes. Con él en el campo, las posibilidades del otro equipo de superar la presión tras perdida del Bayern se reducen ostensiblemente. Además, la enorme cantidad de talento que acumula el Bayern en el centro del campo bajo el nuevo sistema, permite que el ex-Athletic se desentienda totalmente de la gestión del primer pase. Cuando los de Guardiola sacan el balón jugado desde atrás. son Boateng y Dante los que asumen la responsabilidad de conectar con los de arriba. Si no lo logran, la tarea recae en los hombres de arriba. Kroos, Thiago y hasta incluso Götze bajan a la base para echar una mano.El juego es muy fluido y el Bayern logra plantarse en 3/4 con bastante continuidad. Cuando su equipo tiene el balón, Javi tiene como única tarea el ofrecerse como opción de pase por detrás del balón para poder reiniciar la jugada, tarea que cumple a la perfección. Guardiola ha logrado ocultar sus defectos y potenciar sus virtudes. El sistema funciona.
0. Introducción a La evolución táctica del Bayern de Guardiola
* Ignacio Archondo.
– Fotos: AFP – Kai Pfaffenbach (Reuters)
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal