La magnitud sideral de Messi

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La magnitud sideral de Messi

por MARTI PERARNAU el 20 marzo, 2012 • 21:58

1.- Sustito inicial, tres minutos de rondo imparable y Cuenca -al que ya empezaban a enterrar para suplirle por Tello- que se saca uno de sus centros-bomba. Y ahí que aparece el listo Leo: ¿Remate directo en la noche que podía igualar/superar a César? No, mejor un pase atrás para que Xavi siga acumulando récord goleadores. Pam, 3 minutos.

2.- Ortodoxia. Keita de mediocentro, Thiago en el perfil de Cesc, dos extremos plantados cual estacas y juego posicional con fluidez líquida. Las dos líneas defensivas del Granada solo defienden aire: no encuentran a los rivales porque no están, de tan fluidos que se mueven. No están: aparecen, mientras los defensas bracean al viento vacío.

3.- Alexis como paradigma de la fluidez. Extremo diestro fijando a su lateral hasta que el equipo llega compacto a tres cuartos. Y en ese instante dibuja un movimiento paralelo a la portería, desplazándose -y desplazando a su marcador- hasta la posición del 9, vaciando la banda para la llegada de Alves, que encuentra una autopista. Alexis fuera, Alexis dentro, pasillo para Alves.

4.- En el otro costado, la ortodoxia de Cuenca, extremo guardioliano puro, capaz de irse por dentro, pero que hoy ha decidido irse cada vez hasta la línea de fondo para quebrar al rival. Centro y gol; centro y gol. Pam, 22 minutos. Messi se iguala al Pelucas.

5.- Messi de revoloteador. Capaz de iniciar jugada donde reside Piqué o de rematarla cuando le interesa. El gran goleador está alcanzando otra nueva dimensión: la del futbolista total que percibe toda la complejidad del fútbol y toma las decisiones adecuadas en cada instante. Messi ya sabe lo que hay que hacer en cada instante, cada posición y cada circunstancia. Su magnitud futbolística va muchísimo más lejos que el número de goles que anota. Es el hombre de las decisiones adecuadas.

6.- Magnífica interpretación del juego posicional, que permite aplicar la regla de la Presión 6 segundos. El Barça está tan junto y compactado que cuando pierde un balón no encuentra dificultades para recuperarlo. Casi es pecado no hacerlo, visto el número de blaugranas que se encuentran junto al cuero. Así que activan una mini contrarreloj de 6 segundos, durante los cuales tienen la obligación de rescatar el balón. Casi siempre con éxito.

7.- Segundo tiempo que ha recordado al de Anoeta, cuando el Barça también se fue al descanso con dos goles de ventaja y se dejó escapar la ventaja por las cañerías de la dejadez. Otro error de Piqué y una mala acción defensiva de Alves son esta vez los responsables del tropiezo momentáneo, aunque si en Anoeta hubo complacencia, hoy dominaron los nervios. Piqué y Alves, eslabones problemáticos del momento barcelonista.

8.- Así que vuelta a empezar y vuelta a Messi. Es entonces cuando compruebas que la solvencia de Busquets no es sustituible por la esforzada voluntad de Keita y que el ritmo competitivo de Thiago se ha resentido de su lesión.

9.- Messi al rescate, repitiendo la vaselina de Sevilla, superando al legendario César Rodríguez, mito del barcelonismo, delantero de los prodigios. Con 24 años, el argentino ya está por encima del goleador mítico y va camino de un estrellato universal de dimensiones desconocidas. Su magnitud está destrozando todos los límites conocidos.

10.- Segundo tiempo de agarrotamiento barcelonista, con toda la ortodoxia de la primera parte hecha añicos por culpa de una tensión inédita tras diez minutos de pánico por una realidad que ni las palabras de Guardiola pueden ocultar: sus jugadores ya han tomado conciencia que para optar de veras por la Champions deben pelear como si la Liga fuese posible. Aunque solo sea para llevar al Real Madrid hasta su límite.

y 11.- César Imperator. Leo Emperador.