"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
Uno de los artífices del mayor éxito del fútbol inglés, el título mundial cosechado en su país en 1966. Leyenda además del West Ham, donde jugó durante una década, también es recordado con cariño por los hinchas del Tottenham o el Norwich City. Nacido el 8 de noviembre de 1943 en Plaistow, condado de Essex (Inglaterra), se desempeñaba como centrocampista. Zurdo, espigado, de enorme sutileza y finura, tenía intuición, gran inteligencia, una magnífica visión de juego y un destacado poder goleador. Se le conoció con el apelativo de el Fantasma por sus apariciones fulgurantes en el área contraria y en el segundo palo.
Inició su trayectoria en las divisiones inferiores del West Ham en 1959 con 16 años. Su gran potencial no pasó desapercibido y solo un par de años después debutó con el primer equipo en un partido contra el Cardiff City. Fue en la campaña 1962-1963 cuando alcanzó la titularidad con los Hammers y en la temporada posterior jugó 32 partidos de liga. Sin embargo, en la cita más importante del curso para su equipo, la final de la FA Cup frente al Preston North End, el técnico Ron Greenwood no contó con su participación. El West Ham conquistó el título y también ganó después la Charity Shield tras el verano, de manera compartida con el Liverpool. Además se se clasificó para jugar la Recopa del año siguiente, donde un magnífico papel les llevó al triunfo.
El equipo dirigido por Greenwood, con Peters, Moore y Hurst como estrellas, doblegó cronológicamente al Gent belga, el Sparta de Praga checo, el Lausane suizo y al Real Zaragoza español para llegar la final. Su rival fue el TSV 1860 Múnich, al que ganó por 2-0 en la final de Wembley.
Peters formó uno de los mejores centros del campo de la liga junto a Bovington y Boyce, pero nunca tuvieron opciones reales de lograr el campeonato doméstico. Los Hammers eran un equipo de mitad de la tabla que consiguió su mejor posición en 1965, cuando ocupó el noveno lugar a casi 20 puntos del campeón, el Manchester United. El centrocampista de Plaistow pensó en cambiar de aires y finalmente lo decidió durante el curso 1969-1970. La campaña anterior había firmado un total de 24 goles y su caché se disparó. El Tottenham pagó más de 200.000 libras por su traspaso. A su vez, Greaves, delantero del Tottenham desde comienzos de los años 60, hizo el camino inverso. Peters dejó una huella muy profunda en los aficionados y unas estadísticas de 301 partidos disputados y 81 goles marcados en nueve años como en el equipo.
En White Hart Lane tuvo como compañeros a Martin Chivers, Pat Jennings, Alan Mullery o Phil Beal, y en las tres primeras temporadas salieron a título por campaña. En 1971 y 1973 levantaron la Copa de la Liga al ganar en la gran final por 2-0 y 1-0 al Aston Villa y el Norwich respectivamente. Y nn 1972 el Tottenham inscribió su nombre en el palmarés de una nueva competición continental, la Copa de la UEFA. Aquel año Peters superó la decena de goles y los Spurs, después de eliminar al Nantes, el Rapid de Bucarest o el AC Milan, vencieron en la final a doble partido al Wolverhampton por un global de 3-2. Dos años después cuajaron otro gran torneo en la UEFA, pero en esa ocasión cayeron en la final contra el Feyenoord de Jansen, Israel o Rijsbergen.
A mediados de los 70, Peters tomó la decisión de abandonar el Tottenham y firmó por el Norwich City, entrenado por John Bond, un antiguo compañero del West Ham. Los Canarios, que acababan de ascender, lograron estabilizarse los años siguientes en la élite del fútbol inglés gracias al aporte de hombres como Peters, Justin Fashanu, Mark Barham o Peter Mendham. En 1976 y 1979, Peters cuajó sus mejores temporadas en cuanto a guarismos al anotar 10 tantos, y con la llegada de los años 80 se marchó al Sheffield United.
Los rojiblancos se encontraban por entonces en la Tercera División y Peters solo disputó una campaña. Al término de la misma anunció su retirada a los 37 años de edad.
Con la selección inglesa disputó 67 encuentros en los que anotó un total de 20 dianas. Debutó de la mano de Sir Alf Ramsey en un partido amistoso frente a Yugoslavia el 4 de mayo de 1966, donde Inglaterra venció por 2-0. Su primer gol se produjo solo un mes más tarde en otro amistoso ante Finlandia en Helsinki y ya en julio fue uno de los convocados para el Mundial de Inglaterra.
Empezó como suplente ante Uruguay, pero a partir de la segunda jornada se hizo con un hueco en el once que no perdería el resto del torneo. Estuvo presente en los triunfos por 2-0 contra México y Francia. El equipo inglés se clasificó como líder de su grupo. En cuartos se impuso por la mínima a Argentina y en semifinales la víctima fue la Portugal de Eusebio.
En la gran final se vieron las caras con Alemania Occidental. Peters estuvo acompañado en el once por Banks, Cohen, Jack Charlton, Moore, Wilson, Stiles, Ball, Bobby Charlton, Hurst y Hunt. Al descanso el marcador reflejaba un 1-1 que se encargó de deshacer el medio de Plaistow en el minuto 78. Hurst disparó a puerta, el balón lo rechazó Hottges y Peters, sin dejar caer el esférico, fusiló el portal defendido por Tilkowski. Luego empató Weber y ya en la prórroga, dos tantos de Hurst, uno el famoso gol fantasma, dio el título a los anfitriones con el consiguiente delirio de los aficionados presentes en Wembley.
Pocas semanas más tarde de la conquista del mundial dio inicio el Campeonato Británico, que junto con la edición de 1968 sirvió como fase de clasificación para la Eurocopa del mismo año. Peters tuvo un papel clave con tres goles, uno fundamental el día que se jugaron la plaza con Escocia en Hampden Park. Inglaterra igualó a uno y con 9 puntos superó a la Tartan Army en la tabla.
En cuartos de final apearon a España después de vencer por 1-0 en casa y por 1-2, con otra diana de Peters, en Madrid, y accedieron a la fase final celebrada en Italia. En Florencia, los ingleses se encontraron con una potente Yugoslavia que les impidió el pase a la final, aunque se marcharon de tierras transalpinas con una alegría al doblegar en el choque por el tercer puesto a la URSS.
En 1969, Inglaterra ganó otro Campeonato Británico en el que de nuevo Peters brilló con tres goles. Y en 1970 el gran objetivo era el Mundial de México, al que ya estaban clasificados por su condición de vigentes campeones. Sir Alf Ramsey continuaba al frente de la selección y para él Peters era uno de sus futbolistas imprescindibles. Fue titular en todos los choques de la Copa del Mundo y marcó (como cuatro años antes) contra Alemania Occidental. En la primera fase, Inglaterra se impuso por la mínima a Checoslovaquia y Rumanía y cayó por idéntico tanteo contra Brasil. Eso le hizo cruzarse en cuartos de final contra Alemania, que se tomó la revancha de Wembley. Inglaterra se adelantó por 0-2, pero los alemanes empataron antes de concluir los 90 minutos y en la prórroga enviaron de vuelta a casa a los ingleses.
En los dos siguientes grandes torneos, Inglaterra no cumplió las expectativas y estuvo ausente de la Eurocopa de 1972 y el Mundial de Alemania 1974. Los alemanes, liderados por Beckenbauer, Hoeness o Netzer, de nuevo les derrotaron en la eliminatoria a doble partido de cuartos de final, mientras que en el camino mundialista una sorprendente Polonia, con el arquero Tomaszewski realizando el partido de su vida en Wembley, les dejó sin billete. Peters dejó el equipo nacional meses más tarde, tras perder ante Escocia el 18 de mayo de 1974 en un duelo del Campeonato Británico.
Durante su estancia en el Sheffield United dirigió al equipo varios partidos, aunque la experiencia no fue buena al descender el conjunto rojiblanco a la Cuarta División. Posteriormente trabajó en una empresa de seguros 15 años y en la actualidad reside con su esposa en Shenfield (Reino Unido). En 2006 publicó su autobiografía: The ghost of ’66.
* Alberto Cosín.
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