"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Day 28
“¿Cómo ves el resultado del corte de firmas?”. WhatsApp recibido de madrugada que aún espera respuesta. Y se lo preguntan a quien no superó siquiera el examen de ingreso en un curso CCC para primero de tertulianos. Abriremos el vientre a un par de palomas o leeremos el poso del café, una de dos, antes de sentar conveniente cátedra. Apenas comprobamos hoy las evidencias, que saltan a la vista. El favorito, muy crecidito, escenificando pomposo su papel para la foto, fiel al estilo de decir blanco para hacer negro. Le sacas de las cuatro frases urdidas desde su FAES particular y empieza a navegar, corcho a la deriva. De entrada, ya se ha escurrido del primer debate previsto, mañana en la Universidad de Vic, alegando que tiene pelu o similar. Sabe que se ahoga en medio vaso dialéctico, por ahí difícil que lo pillen para evidenciar el renuncio. Prefiere las proclamaciones vacías que tanto gustan al seguidor irreflexivo, como eso tan ridículo de que “hemos ganado el primer partido de la eliminatoria”. Espectacular, el nivel. Si puede, desaparecerá del mapa, literal, para no cruzar guantes verbales, no sea que le dejen desdentado. El segundo, en su eufórico papel de segundo. A Laporta no le sacas de tan desmesurado optimismo, quién sabe en qué basado. Y el tercero, Benedito, que también es peleón, debería recapacitar sobre los cinco años invertidos en comer y cenar sobre plato de plástico, realizando más kilómetros por el territorio que los memorables baúles de la Piquer, con los tímpanos pulverizados por la tortura malaya de cinco raciones diarias del himno del Barça, total, para eso, para quedar en tercera posición. Toneladas de madera invertidas y sacamos un palillo.
Con Freixa crece el enigma. Mérito entraña, sin duda, andar a la greña al tiempo con Laporta y Bartomeu, cargar con su manchada hoja de servicios y seguir en combate. ¿Gracias a quién? ¿Al Grupo Bilderberg, a la CIA, al Mossad? Por el programa no será, desde luego. Misterios insondables de la humanidad, tipo tercer secreto de Fátima, de los que tardas largas décadas en desentrañar. Como la irrupción espectacular de Seguiment. Cuatro días en boga, radio de acción limitado a las redes sociales y saltan el listón con solo dos puntos en su orden del día: la agencia de viajes propia y la grada de animación. Bien pensado, podían haber convencido a cualquier candidato para llevarlo en su programa y ya está, pero han optado por subir su Everest sin oxígeno y por la vertiente más dura, aparentemente. O no. Los vericuetos insondables de este club han dado para Pla, Giralt o Blanch, cabezas visibles de múltiples querellas, y desde el mismo pozo quisieron degollar al farmacéutico cuando exigió transparencia en el caso Neymar. Tanta tozudez en reivindicar la grada de animación, capricho rosellista antitético a la apacible alma culé, huele a cuerno quemado, a devolución de favores recibidos, máxime cuando aplauden a los recién llegados ciertos (y siniestros) estómagos agradecidos. Esto de las elecciones parece el tradicional iceberg, del que solo aciertas a ver la octava parte. Por debajo, el mogollón, las partes vitales, la sala de máquinas, lo conspiranoico. Hoy, bajo plena ola de calor, crece cierta sensación infernal, como si la meteorología quisiera entrenar a perdedores para el desierto que les espera. Mañana, más.
* Frederic Porta es periodista y escritor.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal