Paco Jémez no se casa con nadie

por IMANOL ECHEGARAY el 15 octubre, 2013 • 9:45

Si algo nos han dejado claro las primeras jornadas de esta Liga BBVA es que el entrenador del Rayo Vallecano no se casa con nada ni nadie, salvo con su idea preconcebida del fútbol. Le da igual que sea con ocho jugadores que con ochenta. El fútbol de toque, posesión y salida con el balón desde atrás es su seña de identidad. Su firma. Donde se siente cómodo.

Ocho jornadas, con dos victorias y seis derrotas, en las que Paco no ha negociado la titularidad con nadie. Sea el cacique de su defensa –Gálvez– o uno de sus jugadores más desequilibrantes –Lass–.

El primer envite, no obstante, se saldó con una holgada victoria ante un recién ascendido como el Elche. 3-0 en un partido en el que se vio a un Rayo con la alegría con el balón que le caracterizó el pasado curso, pero con más imprecisiones en el pase que de costumbre. Pese a eso, los dos goles –golazos– de Bueno y el de Perea permitieron a los de Jémez llevarse el partido.

El entrenador rayista, salió con un esquema de 4-2-3-1 donde el doble pivote lo formaban Saúl y Trashorras, el mediapunta era el bigoleador Alberto y el delantero, el recién llegado Larrivey.

Tan sólo un cambio de cromos en el once titular del Rayo que visitó el Vicente Calderón: el de José Carlos por Alberto Perea, que jugó fenomenalmente bien los minutos de los que dispuso en Vallecas la semana anterior. El resultado no fue el esperado: 5-0. Y pudieron ser más. La sensación de debilidad defensiva se apoderó del cuadro rayista, incapaz de sacar provecho a su posesión. Sería el último partido del portero Cobeño como titular.

En la tercera jornada, a los de Paco les tocó bailar con la más fea. El minuto 94 y el Levante. Arbilla entró de central por Galeano, Adrián jugó por Larrivey y permitió a Bueno adelantar su posición a delantero.

Por detrás en el marcador y con uno menos tras la absurda expulsión de Lass, el Rayo Vallecano no se amedrentó y buscó en tromba llevarse el partido. El acoso al que sometió a Keylor Navas fue tremendo y así llegó el gol de Larrivey, que no había sido titular. Debutaron Adrián Embarba y Seba Fernández, pero no fue suficiente. De tanto querer ganar, los vallecanos olvidaron que podían perder. Y así llegó el gol de Ivanschitz. Mazazo.

En la visita a Málaga, Paco Jémez siguió moviendo sus fichas. Ante la sanción a Lass, utilió a Jonathan Viera por una banda y a Seba por la otra; y Bueno de nuevo en su posición por detrás del delantero, que volvía a ser Larrivey. Galeano volvió al centro de la zaga, pero fue sustituido nuevamente por Arbilla. Embarba volvió a contar con minutos e importante fue el debut del colombiano Mojica.

La imagen mostrada en La Rosaleda fue distinta a la del Vicente Calderón, pero el resultado fue el mismo. En defensa, los rayistas seguían haciendo aguas, pero hasta el gol malagueño el control fue absolutamente suyo.

En la quinta jornada visitaba el Estadio de Vallecas el F. C. Barcelona. Para este partido, Paco cambió el 4-2-3-1 de los primeros choques a un 4-3-3 con Baena incrustado en el centro del campo entre Saúl y Trashorras. Lejos de una mala imagen, el Rayo Vallecano ofreció una buena cara, sobre todo con la presión, que obligó a abusar del pase en largo a su rival. El resultado (0-4), quizás abultado.

Lo mejor del choque, presión al margen, fue la aparición de Mojica en el lateral izquierdo. Un auténtico aguijón que volvió auténticamente loca a la banda derecha blaugrana. Adrián Embarba jugo su último partido –por el momento– en Primera. Mucha calidad que hay que pulir.

En la sexta fecha se aunaron todos los problemas del Rayo Vallecano. La falta de puntería y los errores defensivos se mezclaron en el Sánchez Pizjuán. Eso, unido a las expulsiones de Gálvez y Viera, hicieron imposible los planes de remontada de Paco Jémez.

Con 2-0, Adrián puso las esperanzas que rápidamente se esfumaron cuando marró una ocasión primorosa para empatar el encuentro. Hasta el minuto 80, el Sevilla no pudo aumentar el marcador, pero los errores en defensa castigaron demasiado a los vallecanos.

Destacó la vuelta de Lass al equipo tras el castigo de Jémez, la presencia de Saúl Ñíguez como central, la de Arbilla en el lateral derecho y la unión de Baena con Trashorras en el doble pivote.

En Mestalla se vio otro Rayo. La sangría de goles en contra se frenó, pero de nuevo un error en la salida del balón –en este caso de Saúl– propició el gol de Jonas y la consiguiente derrota. El canterano atlético jugó por segunda semana consecutiva de central, esta vez acompañado por Zé Castro, que debutó en la zaga rayista con nota.

Pese a todo, los vallecanos no fueron inferiores a unos ches que no inquietaron la portería de Rubén en la segunda parte. Ya lo dijo Paco: ‘’Hemos hecho más cosas bien que mal y hemos perdido’’. Además, fue el debut del esperanzador Nery Castillo.

Y por fin, tras seis semanas de derrotas y hundidos en la última posición, llegó la victoria. Con sufrimiento y sin especial brillo, pero con una mejoría notable en defensa y con un Viera que, aunque no fue titular, salvó los muebles con una gran actuación y forzando el penalti de la victoria que él mismo anotó.

Con Trashorras acompañado por Adrián en el doble pivote, arriba tuvieron espacio para moverse Lass, Nery Castillo y Iago Falqué. Mucha velocidad. Larrivey volvió a tener las suyas y volvió a fallarlas. En cuanto a la línea defensiva, sigue llamando la atención que Saúl juegue de central, pero era la segunda jornada que repetía con los cuatro mismos hombres. Veremos cuando Gálvez vuelva al once.

Así es Paco Jémez. Un hombre claro que tiene una idea definida de lo que quiere para su equipo. Y será capaz de llevarlo a cabo con cualquier jugador de la plantilla y sin casarse con ninguno. Salvo Trashorras y Saúl, que han sido los únicos futbolistas que han sido de titulares en todos los partidos.

El futuro de los vallecanos sigue siendo incierto, pero el camino a seguir ya se ha marcado en el mapa de la liga. Lo único claro aquí es quién la tiene más grande. Ya saben que con Paco, no darlo todo te condena.

* Imanol Echegaray García.

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– Foto: J. J. Guillén (EFE)