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Santoral / Historias

Wilfried Van Moer: el pequeño general

por el 19 febrero, 2015 • 11:56

Uno de los mejores centrocampistas belgas de la historia y nexo de unión entre dos de las más destacadas generaciones de la selección nacional: la de la década de los 70 y la de principios de los 80. En la primera compartió equipo con Van Himst, Heylens, Devrindt o Puis y en la segunda con Pfaff, Ceulemans, Gerets o Vandenbergh. Además obtuvo la Bota de Oro de su país en tres ocasiones, una con el Royal Amberes (1966) y dos con el Standard de Lieja (1969 y 1970). Nacido el 1 de marzo de 1945 en Beveren (Bélgica), se desempeñaba como centrocampista. Podía actuar como medio defensivo o box to box y destacaba por su derroche físico, su buen dominio del balón, su gran llegada al área contraria, su dinamismo y por el liderazgo que ejercía sobre el césped. Era un jugador de equipo que hacía mejores a sus compañeros. Se le conoció en el mundo futbolístico con el apelativo del pequeño general.

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Inició su trayectoria a los 16 años en el SK Beveren, que por entonces militaba en tercera división. Poco después se mudó a Amberes debido a su trabajo como electricista y allí firmó por el equipo de la ciudad, el Royal Amberes. Con 20 años, en su primera temporada, sacó a relucir todo su talento y ganó su primera Bota de Oro belga. El cuadro rojiblanco no vivía la época de esplendor de la anterior década, pero una temporada después, en la 1966-1967, peleó por los puestos de arriba y acabó en quinto lugar. Una de las claves fue que a Van Moer, el entrenador británico Harry Game lo ubicó definitivamente en el mediocampo, dejando atrás su posición en la banda.

En 1968 el Pequeño General desechó una oferta del Colonia alemán y firmó por el Standard de Lieja dirigido por el francés René Hauss y con jugadores como los internacionales belgas Christian Piot, Nicolas Dewalque, Jean Thissen y Léon Semmeling, el luxemburgués Louis Pilot, el yugoslavo Milan Galic o los húngaros Zoltán Varga y Antal Nagy en la plantilla. Con Les Rouches se convirtió en uno de los mejores futbolistas del país consiguiendo en apenas tres temporadas tres ligas y dos trofeos de la Bota de Oro al mejor jugador de la competición (1969 y 1970). Charleroi en 1969 y el Brujas en 1970 y 1971 sucumbieron ante el poderío del Standard, que demostró ser el equipo más fuerte del país en aquel periodo. Esos títulos dieron además la oportunidad a Van Moer de disputar la prestigiosa Copa de Europa. En su primera participación debutaron contra el Dinamo Tírana, al que vencieron con claridad, y en octavos se midieron al Real Madrid. En el Maurice Dufresne ganaron por 1-0 a los blancos y en la vuelta lograron la machada al lograr el triunfo en el coliseo merengue por 2-3. A continuación, el Leeds de los Jack Charlton, Norman Hunter, Peter Lorimer o Billy Bremner les derrotó por la mínima en ambos duelos y les apeó del torneo. En el curso 1970-1971, su recorrido europeo fue más corto y tras dejar en el camino al Rosenborg con un global de 0-7, cayeron en octavos frente a los polacos del Legia tras sufrir una remontada en el Estadio del Ejército Polaco. En su última intervención en la Copa de Europa, en 1971-1972, llegaron de nuevo a cuartos de final. Superaron al Linfield FC en dieciseisavos de final y luego doblegaron al poderoso CSKA de Moscú remontando el 1-0 de la ida. En cuartos, el Inter de Milán de Helenio Herrera, que a la postre sería subcampeón, les eliminó tras vencer en su feudo por 1-0 y salir vivo de Lieja con un resultado de 2-1.

A partir de 1972, el Standard no volvió a repetir triunfo liguero, y Van Moer acabó dejando la entidad en 1976 con unas brillantes estadísticas de 170 partidos oficiales  y 24 goles. Su siguiente destino fue el modesto Beringen FC, en el que permaneció un total de cuatro termporadas, y tras la Eurocopa de 1980 regresó al club donde empezó, el SK Beveren, que dos cursos antes se había coronado campeón belga. Allí, a finales de año y principalmente por su desempeño con los Diablos Rojos en la Eurocopa, obtuvo 27 puntos en la votación del Balón de Oro continental, ocupando la cuarta posición solo por detrás de Rummenigge, Schuster y Platini. En el conjunto amarillo permaneció hasta 1982. El Sint-Truiden VV fue su último equipo. Allí colgó las botas con 39 años de edad.

Con la selección belga fue internacional en 57 ocasiones y marcó 9 goles. Debutó el 22 de octubre de 1966 en un amistoso frente a Suiza en Brujas que concluyó con victoria local por la mínima. Pronto se ganó la confianza del seleccionador Raymond Goethals y participó en las fases de clasificación para la Eurocopa de 1968 y el Mundial de 1970. No lograron el pase para el torneo europeo después de ocupar el segundo puesto del Grupo 7 por detrás de Francia, pero sí obtuvieron el billete para la Copa del Mundo tras superar a Yugoslavia, España y Finlandia. Van Moer jugó los dos partidos ante españoles y yugoslavos y el choque en casa contra Finlandia, a la que apabullaron por 6-1.

En el mundial quedaron encuadrados en el Grupo 1 con los anfitriones, El Salvador y la URSS, pero su papel fue muy pobre y quedaron eliminados a las primeras de cambio. Van Moer jugó los tres encuentros. Su mejor actuación fue contra El Salvador: marcó dos de los tres goles de su equipo y completó un partido fabuloso. Después, las derrotas ante los soviéticos por 4-1 y por la mínima ante México les mandaron de vuelta a casa.

Selección belga (1980)

Selección belga (1980)

El siguiente objetivo belga era conseguir la clasificación para la Eurocopa de 1972 que organizaban. Sus rivales fueron Dinamarca, Portugal y Escocia, que no pudieron hacer nada para evitar el liderato de los diablos rojos. Van Moer estaba en uno de los mejores momentos de su carrera y lo demostró con fantásticos partidos ante portugueses y escoceses. Sin embargo, la fortuna no le acompañó y en el duelo de ida de cuartos de final ante Italia sufrió una grave lesión que le apartó del torneo. Sus compañeros derrotaron a los transalpinos y en semifinales dos tantos de Gerd Müller les dejaron sin la final. En la lucha por el tercer y cuarto puesto sí doblegaron a los húngaros.

Tras la lesión, regresó a finales de año para jugar en un choque contra los Países Bajos correspondiente a la clasificación para el Mundial de Alemania, y luego en 1974 disputó otros dos partidos contra Islandia y Francia que repartían un pasaporte para la Eurocopa de 1976. En ambas citas Bélgica no acudió y el nuevo técnico contratado por la federación en 1976, Guy Thys, dejó de contar con el futbolista de Beveren durante varios años.

El ostracismo finalizó en 1979, cuando Thys, después de no lograr llevar a Bélgica al Mundial de Argentina, volvió a convocar a Van Moer. A partir de ese momento le dio los galones y con un plantel de buenos y jóvenes jugadores Bélgica acudió a la Eurocopa de 1980 y al Mundial de 1982. En la clasificación para la competición continental tuvieron una liguilla en la que se enfrentaron a Noruega, Escocia, Austria y Portugal y que acabaron comandando con 12 puntos. Ya en el torneo, la suerte no les trajo un grupo fácil al tener como rivales a Italia, Inglaterra y España. Sin embargo, los belgas rayaron a gran nivel y con dos empates frente a italianos e ingleses y un triunfo contra los españoles en Milán pasaron como primeros directamente a la final. Allí, con un once formado por Pfaff, Gerets, Millecamps, Meeuws, Renquin, Cools, Vandereycken, Van Moer, Mommens, Van der Elst y Ceulemans, se vieron las caras con Alemania Occidental, que gracias a dos goles de Hrubesch levantó el título.

A la Copa del Mundo llegaron gracias a sumar 11 puntos en una liguilla con Francia, Eire, Países Bajos y Chipre. En España completaron el Grupo 3 con Hungría, El Salvador y Argentina, y a base de esfuerzo y calidad alcanzaron el primer lugar por delante de la albiceleste. Precisamente el debut fue contra el cuadro liderado por Maradona, al que ganaron con un solitario tanto de Vanderbergh en el Camp Nou, pero sin Van Moer en el once. Sí jugó diez minutos en la victoria por la minima ante los centroamericanos y la segunda parte completa del empate contra los húngaros. En la liguilla de la segunda ronda perdieron sus dos partidos contra la URSS y Polonia y fueron apeados del mundial. Van Moer fue de la partida frente a Polonia y tras ser sustituido en el descanso no volvió a enfundarse más la camiseta de los diablos rojos. Tenía con 37 años y había sido internacional los 16 anteriores.

Al término de su carrera en el césped inició su periplo como técnico. Dirigió primero al Sint-Truiden VV durante dos campañas y a continuación tomó las riendas del FC Assent entre 1985 y 1987, el SK Beveren en el curso 1987-1988 y el KTH Diest la temporada siguiente. Ya en la década de los noventa y tras la participación de Bélgica en el Mundial de Estados Unidos 1994, se incorporó al cuerpo técnico de los diablos rojos como asistente de Paul Van Himst. Un año después, y tras la salida del mítico jugador del Anderlecht, se hizo cargo del equipo nacional, al que dirigió cinco partidos en el año 1996. Desde entonces no se ha vuelto a sentar en ningún banquillo.

* Alberto Cosín.





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