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Santoral / Historias

Willington Ortiz: la perla de Tumaco

por el 17 marzo, 2014 • 12:16

En el país cafetero está considerado uno de los mejores jugadores colombianos de la historia junto con Víctor Aristizábal, Faustino Asprilla, Efraín Caimán Sánchez y Carlos Pibe Valderrama. Además, la Federación Internacinal de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) lo eligió en decimoséptima posición de los futbolistas sudamericanos más destacados en el siglo XX. Nacido el 26 de marzo de 1952 en Tumaco (Colombia), fue un delantero completísimo. Jugador muy veloz, dotado de gran técnica y excelente regate, tenía un magnífico golpeo con ambas piernas y era un buen pasador. Se le conoció con el apelativo del Viejo Willy.

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Descubierto cuando era niño por el sacerdote Félix Escota, su primer equipo fue el Atlético Girardot, y de ahí pasó a la cantera de Millonarios en 1971. Debutó un año más tarde con gol incluido en un amistoso ante Internacional de Porto Alegre, y en ese mismo curso obtuvo su primer título como profesional con la consecución de la liga colombiana. Millonarios, dirigidos por Gabriel Ochoa, fue primero en el Torneo Apertura y segundo en el Torneo de Finalización. Por ello se disputó un desempate entre el conjunto azul, Deportivo Cali y Junior, donde salió vencedor tras sumar 5 puntos (una victoria y tres empates). En aquel plantel de Millonarios destacaban futbolistas de la talla de Alejandro Brand, Jaime Morón, Julio Edgar Gaviria o Arturo Segovia. Los dos años posteriores participaron en la Copa Libertadores, con un papel excelente. En 1973 superaron a Deportivo Cali en el Grupo D y ocuparon la tercera posición en la segunda fase con Independiente de Avellaneda y San Lorenzo como rivales. En 1974 realizaron una gran primera ronda: lideraron la tabla por delante de Atlético Nacional y las escuadras venezolanas de Portuguesa F. C. y Valencia F. C. En semifinales, con Sao Paulo y Defensor de Lima como contrincantes, pelearon por un puesto en la final, pero se quedaron a dos puntos de lograrlo. La clave fue la derrota en la última jornada en Morumbi por 4-0 frente al cuadro brasileño. Mientras, en el campeonato liguero, tras lograr un subcampeonato en 1973, llegó otro en 1975, cuando fueron superados por Santa Fe en el hexagonal por el título.

Regresaron al máximo torneo continental en 1976, aunque esta vez el trayecto fue corto al no pasar de la primera ronda. Ya no estaba Ochoa en la parcela técnica y durante unos meses los cambios de entrenador se convirtieron en una costumbre, sentándose en el banquillo Humberto Ortiz, Rubén Sole, Jorge Solari, de nuevo Gabriel Ochoa o Jaime Arroyave. En 1978 el club contrató a Pedro Dellacha, un antiguo jugador argentino integrante del famoso equipo de los Carasucias. Con él volvieron los triunfos y otro campeonato colombiano llegó a las vitrinas de la entidad de Bogotá. Tras la disputa del Apertura y el Finalización se organizaron unos cuadrangulares en los que Millonarios terminó en segundo lugar en el Grupo B. A continuación, se mostró muy superior en el torneo final a Deportivo Cali, Atlético Nacional y Santa Fe, y con 9 puntos alzó el trofeo. Willington Ortiz fue clave en ese entorchado en una temporada en la que jugó a gran nivel, estando muy bien acompañado por el máximo goleador del equipo, Juan José Irigoyen, Alonso López, Jaime Rodríguez, Daniel Onega o el veterano Jaime Morón. Unos meses más tarde, el delantero de Tumaco cayó lesionado tras una dura entrada y se marchó a Deportivo Cali, que pagó 13 millones de pesos por el traspaso. Había rumores también de equipos españoles interesados en su fichaje, pero finalmente permaneció en su país. En la institución verdiblanca tuvo grandes actuaciones y, después de ser el máximo goleador de la plantilla en el curso de 1980, hizo historia en el estadio Monumental de Buenos Aires en la Copa Libertadores de 1981. Logró un precioso tanto tras una magnífica galopada y el Deportivo Cali venció por 1-2, lo que le dio el liderato del grupo y el pase a la siguiente fase. Ahí se cruzó con el Flamengo, que le impidió el pase a los partidos por el título, pero la trayectoria de los Azucareros en la competición fue muy meritoria.

Su carrera en Deportivo Cali finalizó en 1983, momento en que firmó por el máximo rival: América de Cali. Rápidamente se hizo un hueco en un club que dominaría el fútbol colombiano los siguientes años. Allí los títulos fueron una constante. Coincidió de nuevo con Gabriel Ochoa y tuvo como compañeros a Julio César Falcioni, Ricardo Gareca, Anthony de Ávila, Juan Manuel Battaglia, Hernán Darío Herrera o Alexander Escobar. Ganaron la liga en 1983 por delante de Junior, con Ortiz como segundo máximo goleador con 22 tantos; en 1984, tras superar a Millonarios; en y 1985 y 1986 al hacer lo propio con Deportivo Cali. En la Copa Libertadores, mientras tanto, buscaron con ahínco el trofeo, pero la suerte les fue esquiva. Llegaron a la final durante tres ediciones consecutivas, pero Argentinos Juniors, por penaltis, River Plate y Peñarol, después de un desempate, les dejaron sin la oportunidad de alzar el trofeo. El Viejo Willy colgó las botas al término del curso en 1988 y el 15 de marzo de 1989 se le rindió un emotivo homenaje. Tuvo lugar en un amistoso ante Nacional de Montevideo y el alcalde de la ciudad de Cali le entregó la Medalla al Mérito Deportivo Alberto Galindo Herrera.

Selección de Colombia (1985)

Selección de Colombia (1985)

Con la selección de Colombia fue internacional en 49 ocasiones, con 12 goles en su haber. En las categorías inferiores formó parte del equipo que acudió a los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Allí, el cuadro dirigido por Todor Veselinović cayó en la liguilla después de perder ante la RDA y Polonia y vencer por 3-1 a Ghana. Su debut con la absoluta se produjo el año siguiente en un amistoso ante Alemania del Este, que se impuso por 0-2 en El Campín. Su gran espina en todos sus años como internacional fue no poder participar en ningún mundial. Estuvo inmerso en cuatro fases de clasificación, pero en ninguna de ellas Colombia logró el billete. La primera fue para el Mundial de Alemania 1974, y fue Uruguay el que lideró el Grupo 1 y les dejó sin pasaporte. La siguiente fue para el Mundial de Argentina 1978, y Bolivia comandó la clasificación en el Grupo 2. En la tercera, valedera para el Mundial de España 1982, Perú les superó por dos puntos. Y en la última, que otorgaba el pase para el Mundial de México 1986, Paraguay, en la repesca, se impuso por un global de 4-2.

Los únicos torneos internacionales de prestigio que disputó el Viejo Willy fueron las ediciones de la Copa América en 1975 y 1979. En la celebrada en 1975 fue un fijo y ayudó a Colombia a terminar primero del Grupo C con 8 puntos, por delante de Paraguay y Ecuador. En semifinales se vieron las caras con Uruguay y tras imponerse por 3-0 en casa con un tanto suyo y caer por la mínima en Montevideo, se plantaron en la gran final. El contrincante era Perú y, después de las victorias de cada combinado en su país, hubo que disputarse un desempate en Caracas. En el estadio Olímpico de la UCV, una diana de Sotil mediado el primer tiempo dio el título a los peruanos. El segundo torneo continental tuvo lugar cuatro años más tarde, y la actuación del equipo cafetero fue breve y discreta. No pasó de la liguilla inicial al finalizar en segunda posición empatado a puntos con Chile y sumar tres más que Venezuela. Ortiz se despidió de la selección en 1985 en un duelo clasificatorio para el Mundial de 1986 ante Paraguay, donde anotó un tanto en el triunfo por 2-1 en el estadio Pascual Guerrero de Cali.

Tras finalizar su carrera, ha trabajado como técnico en varios equipos juveniles. Se ha sentado en el banquillo del América, con el que conquistó la Primera C (Tercera División en el fútbol colombiano) en 1996, Millonarios o la selección colombiana sub-17, con la que logró alzar el torneo Odesur en 1994. Posteriormente ha tomado las riendas del Colegio Richmond o la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP). En Bogotá tiene una escuela de fútbol con su nombre en la que entrenan a chicos de 4 a 17 años.

Además ha participado como actor en alguna serie de televisión y a comienzos de siglo fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de Colombia, donde ejerció como delegado de las comunidades afrocolombianas.

* Alberto Cosín.




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