"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Los partidos de ida de las finales de conferencia mostraron una fuerte influencia del factor local. Los Portland Timbers, terceros de la Conferencia Oeste, y Columbus Crew, segundo del Este, sorprendieron a los líderes de sus respectivas divisiones, que a una semana vista de la resolución final, se encuentran con un pie fuera de la final de la MLS Cup. Paradójicamente, los dos derrotados –New York Red Bulls y Dallas– lucen toros en sus escudos, y tras haber llegado agotados más psicológica que físicamente a esta etapa de la postemporada, precisarán de un extra de bravura con el calor de su afición para dar la vuelta a una situación bastante complicada.
El parón internacional no ha frenado el gran momento de confianza que atraviesa Columbus Crew tras apear a Montreal Impact en la prórroga de las semifinales. La Pandilla de Ohio quiso dar continuidad a su protagonismo y golpeó a escasos segundos de iniciado el partido el mentón de su rival, el líder de la temporada regular, con un gol del iraquí Justin Meram que cambiaba mucho el planteamiento del partido sin que se hubieran repartido las cartas. Los Red Bulls no tuvieron la posibilidad de esperar y contragolpear como les gusta, y se vieron obligados a tomar la iniciativa en campo ajeno.
La línea de mediapuntas de los taurinos, formada una vez más por Sam, Kljestan y Grella, tuvo muchas dificultades para superar a la defensa de Columbus, lo que dejaba desasistido a Bradley Wright-Phillips en punta de ataque. Tan solo McCarty probó fortuna con dos disparos lejanos que encontraron la buena respuesta de Clark entre palos. Los Red Bulls han demostrado ser un equipo solvente con viento a favor, pero previsible y con escaso margen de maniobra cuando vienen mal dadas. Se ha convertido en rutina la entrada de Verón como primer cambio desde el banquillo, y los primeros sacrificados suelen ser Grella o Sam. La falta de improvisación terminó beneficiando a Columbus, que siguió con su partido de ritmo alto y balones largos hacia el frente ofensivo y terminó encontrando el premio de un segundo gol anotado por Kamara tras recoger el rechace de Robles a un disparo de Mabwati. El 2-0 es un resultado bastante preocupante para los neoyorquinos, que tendrán que justificar su condición de líder del Supporters Shield en siete días.
Si Columbus atraviesa un momento de inspiración en estos playoffs, lo de Portland Timbers va mucho más allá. Su estupendo esprint final en la temporada regular les permitió alcanzar la tercera posición en la Conferencia Oeste, supieron sufrir en la repesca ante Sporting Kansas City y una eterna tanda de penaltis y despacharon con solvencia a unos descafeinados Vancouver Whitecaps en uno de los clásicos de Cascadia. La siguiente prueba para el ultramotivado equipo de Caleb Porter fue Dallas, que llegaba a la final de conferencia con un equipo descarado capaz de apear de la lucha por el título a los Sounders, la plantilla más cara del campeonato. Los leñadores de Portland no se vieron intimidados y plantearon un partido intenso, amparados por el incesante apoyo de Providence Park y sus ya tradicionales tifos.
Para recibir a Dallas, la afición timber mostró un mensaje lleno de intenciones: “Vamos a montar al toro hasta el final”. La propuesta se llevó a cabo, pero Dallas consiguió un gol del uruguayo Texeira que puede darle vida de cara al partido de vuelta en Texas. Antes, el central Liam Ridgewell inauguró el marcador y Dairon Asprilla dejó el gol de la noche con un zapatazo desde más allá del área que dejó clavado a Jesse González. Texeira recortó distancias, dando un poco de oxígeno a los de Óscar Pareja, pero los Timbers no se permitieron caer en el desánimo tras permitir un gol en su propia casa. El carismático Nat Borchers fue el más listo en una jugada multitudinaria en el área pequeña de Dallas, metiendo la bota para poner el 3-1 en el marcador muy cerca del minuto 90. Una distancia de dos goles es muy complicada ante un equipo con el oficio defensivo de los Timbers. Se requerirá toda la magia de Mauro Díaz y Fabián Castillo en el Toyota de Frisco para que los texanos consigan el pase a la final. En la capital de Oregón, mientras tanto, se sigue soñando sin límite.
*Agustín Galán es periodista.
– Foto: Columbus Crew
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