"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
Miradas / Fútbol / Historias / Mundial Brasil 2014
Toda selección con ciertos galones en el concierto internacional tiene un día memorable en los mundiales. Y el 19 de junio de 1990 es el de Colombia. Ese día, en el Giuseppe Meazza, la que dicen ha sido la mejor selección colombiana de la época moderna, y posiblemente de toda su historia, empataba de manera agónica contra la antigua RFA, que se había adelantado solo unos segundos antes con tanto de Pierre Littbarski. Con ese empate de película de suspense, el equipo sudamericano pasaba por primera vez de ronda en un mundial. Fue un final de vértigo que ha quedado grabado en el subconsciente colectivo de los colombianos gracias, sobre todo, al poder de las ondas hertzianas, a través de las cuales llegó la narración del goles memorables como el de Freddy Rincón, el coloso de Buenaventura, precedido de la fantástica e inolvidable asistencia del Pibe Valderrama.
* Dave Bridge.
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